El Gobierno holandés envió la madrugada de este miércoles a Beirut a 67 trabajadores humanitarios holandeses, incluidos médicos y enfermeros, para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate de las víctimas de la explosión en el puerto de la capital libanesa, que dejó al menos un centenar de fallecidos.
Según confirmó la ministra holandesa de Cooperación al Desarrollo, Sigrid Kaag, el equipo ya se encuentra en Beirut y “tiene una experiencia especial en búsqueda de supervivientes y restos entre los escombros, y eso es muy importante en esta primera fase, en la que el tiempo va en contra” para rescatar con vida a las víctimas aún desaparecidas.
Este equipo de decenas de voluntarios ya fue desplegado en diversas áreas de desastres internacionales, entre ellos el tsunami de 2011 en Japón y el terremoto de Filipinas en 2019.
La funcionaria holandesa, que vivió en Beirut entre 2015 y 2017 como coordinadora especial de la ONU en el Líbano, subrayó que Países Bajos ayudará a la Cruz Roja libanesa a hacer frente a esta “explosión tan terrible” y recordó que “la crisis provocada por el coronavirus también está jugando un papel” en la gestión de esta tragedia.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, también envió sus condolencias al pueblo libanés, las supervivientes y los familiares de las víctimas después del “horrible desastre en Beirut” e informó de que hay “cinco colegas de la embajada” holandesa en el Líbano que resultaron heridos en la explosión.
En un discurso, el primer ministro libanés, Hasan Diab, pidió hoy a todos los países y “amigos del Líbano” a ayudar a su país con la devastación que deja la explosión que vivió ayer Beirut y aseguró que los libaneses están “lidiando con una auténtica catástrofe”, que además de haber destrozado el puerto, deja calles, edificios y plazas en ruinas en toda la ciudad.
Los hospitales en Beirut, algunos fuertemente dañados por la explosión, se encuentran hacinados, también con pacientes de coronavirus, por lo que las autoridades sanitarias no pueden atender a todas las víctimas que llegan tras la explosión, cuyo número asciende, de momento, al menos a 100 muertos y más de 4000 heridos, según la Cruz Roja libanesa.
Esta explosión también tendrá importantes consecuencias económicas para el Líbano, puesto que la destrucción del principal puerto del país dificultará el suministro de alimentos en el futuro, lo que se suma a la ya existente crisis financiera que vive el país, la hiperinflación y el imposicion del confinamiento de la población tras dispararse los casos de coronavirus. EFE