Lapatilla
El estruendo y la onda expansiva se hizo sentir a kilómetros de distancia del epicentro de la explosión en el puerto de Beirut. Georges estaba en su negocio en un centro comercial, pero su esposa Yuliana ya se encontraba en su casa, con su gato.
Por: CNN
El gato saludó a Yuliana, sin querer la rasguñó y salió corriendo «como un vampiro» y unos segundos después ella sintió el «boom». «Él se enteró primero de los otros», dijo Georges.
Los dos venezolanos se reencontraron horas después.
En el siguiente enlace puedes escuchar su historia completa.