El ingenio de los venezolanos nuevamente sale a la palestra para resolver sus problemas cotidianos. En esta ocasión la falta de gas doméstico los llevó a fabricar cocinas eléctricas poco convencionales en Lara, creativas y hasta un poco arriesgadas que les permite cocinar sus alimentos sin tener que usar la leña y fogón.
Por: Daimar Díaz || LA PRENSA DE LARA
Con una resistencia, una olla de presión, cables número 10 y un taladro, Tito Mendoza elaboró una cocina eléctrica en la que prepara desde café hasta granos. Dice que fue la solución más viable ante los altos costos de las cocinas eléctricas de origen industrial.
“Estaba cansado de no tener gas y tampoco tenía dinero para comprar una cocina eléctrica, por eso hice una sin tantos gastos. Compré la resistencia y utilicé una olla de presión para que caliente más y cocine más rápido“, expresó Mendoza.
Y es que el nuevo boom en las calles del centro es la venta de cocinas eléctricas de fabricación caseras, que son buscadas como pan calientes. Guaros con espíritu emprendedor y mucho ingenio ensamblan las cocinas con cabillas, una resistencia o también llamada caracol, y le hacen el cableado, a un precio no mayor a 12 dólares.
“A diario vendo entre cuatro o cinco cocinas, ya que estas son más económicas y de mayor duración que las que venden en los chinos que se dañan de la noche a la mañana“, manifestó Carlos Morales, quién se dedica a la elaboración y comercialización en el centro.
Son baratas
Los precios de comercialización de estas cocinas varían según su tamaño o si cuentan con la conexión del cable, las pequeñas tienen un valor de 5 dólares, mientras que las grandes van desde los 8 a 12 billetes de los verdes, la más costosa ya cuenta con el cable instalado para su uso, el cual no resulta riesgoso.