Si bien desde el 20 de marzo se viene escuchando una recomendación única y uniforme, la realidad es que entre los profesionales de la salud no siempre los diagnósticos y tratamientos coinciden. Cuando los riesgos de los efectos adversos superan a los posibles beneficios, se torna necesario evaluar la continuidad de un tratamiento.
Por infobae.com
Los profesionales de la salud consultados sostienen que el aislamiento trae aparejado riesgos de contraer o agravar una enfermedad no transmisible o un trastorno mental. La información disponible en fuentes oficiales, confirma esta visión.
El aumento del sedentarismo, la anulación de la interacción social, el riesgo de aumento de la ingesta alimentaria y el malestar psicológico son algunos signos de un pronóstico desfavorable. Abraham Maslow, psicólogo nacido en Nueva York conocido como uno de los fundadores de la psicología humanista, desarrolló una teoría en la cual plantea que los seres humanos, además de buscar la satisfacción de necesidades básicas o fisiológicas, desarrollan necesidades y deseos más elevados, tales como la seguridad, el entorno social, el empleo, los vínculos afectivos, la autorrealización, por ejemplo. El ser humano, frente a la imposibilidad de suplir sus necesidades, sufre un malestar psíquico.
Hoy, mientras hay personas (exceptuadas) que pueden seguir normalmente con sus actividades cotidianas, hay otras, a quienes dicha posibilidad les resulta inexistente. Cuando una medida despoja a un gran número de personas de la seguridad que brinda la actividad laboral, de la satisfacción que otorgan los vínculos sociales y el esparcimiento y de la contención que brinda la escuela (a los niños), se pueden analizar sus ventajas y desventajas.
La OMS, estima que “un 10% de las causas de muerte son debido a trastornos mentales. La salud mental está relacionada con el bienestar psicológico y para su prevención se recomienda proteger los derechos humanos y atender a las personas con trastornos mentales”.
Según los médicos consultados, entre los efectos adversos del aislamiento prolongado, se encuentra el riesgo de la interrupción de controles médicos periódicos de pacientes con patologías crónicas como la hipertensión, cáncer o diabetes y los cambios en las condiciones de vida.
“La economía mundial pierde cerca de US$ mil millones al año en productividad debido a la depresión y la ansiedad”
Según la Organización Panamericana de la Salud, “el concepto de mortalidad evitable fue acuñado por Rutstein en 1976, y se relacionó con la atención médica oportuna y apropiada. La lista contenía unas 90 condiciones que se consideraban evitables”.
La Organización Panamericana de la Salud ha incluido un indicador relacionado con las muertes evitables denominado “muertes por causas potencialmente tratables por atención oportuna a la salud”. Este indicador hace referencia a un subconjunto de muertes que no deberían haber ocurrido en presencia de servicios de salud eficaces, con exámenes rutinarios para la detección temprana de enfermedades y prestación de tratamientos específicos.
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las defunciones que se producen en el mundo.15 millones de las víctimas tienen entre 30 y 69 años de edad y más del 85% pertenecen a países de ingresos bajos y medianos.
“La depresión afecta a 264 millones de personas y es una de las principales causas de discapacidad”
Para la OMS, “dentro de las Enfermedades No Transmisibles, son las cardiovasculares las que constituyen la mayoría de las defunciones (17,9 millones cada año), seguidas por el cáncer (9,0 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones). Estos cuatro grupos de enfermedades son responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras. Según el doctor Felipe Fernández Álvarez, (M.P 14692) “a partir del 20 de marzo la calidad de vida de los argentinos se ve deteriorada. Veo una campaña sistematizada de atemorizar con el objetivo de cuidar nuestra salud pero el confinamiento no cuida la salud, sino que aumenta la probabilidad de contraer enfermedades no transmisibles. Además, el miedo lleva a interrumpir controles médicos que pueden salvar vidas en algunos pacientes con enfermedades graves no transmisibles”.
Según la OMS “La hipertensión es una enfermedad letal, silenciosa e invisible, rara vez produce síntomas en las primeras etapas y en muchos casos no se diagnostica; sus complicaciones causan anualmente 9,4 millones de defunciones y puede provocar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares”. Los investigadores calculan que la hipertensión es la causa por la que mueren anualmente nueve millones de personas. El número de personas en el mundo con presión arterial alta ha llegado a 1.130 millones, casi duplicándose en 40 años”.
Unas 4,1 millones de defunciones anuales se atribuyen a una ingesta excesiva de sal/sodio, afirma la OMS. “Unas 1,6 millones de muertes anuales pueden atribuirse al sedentarismo”.
Los médicos consultados, doctores Felipe Fernández Álvarez, Alberto Curci y Christian Donato, coinciden en que son mayores las desventajas que las ventajas del aislamiento, especialmente en niños y adolescentes. Privar a los niños de acudir a la escuela es nocivo. La bioquímica Roxana Bruno agregó a Infobae que “la probabilidad de un niño sano de sufrir una enfermedad que se complique por coronavirus, es baja”.
Jean Piaget, psicólogo constructivista suizo cuyos estudios sobre el desarrollo intelectual y cognitivo del niño ejercieron una influencia trascendental en la psicología evolutiva y en la pedagogía moderna, publicó varios estudios que explican que en el desarrollo pueden distinguirse tres ámbitos distintos de vital importancia: el cognitivo, emocional y social (fuertemente interconectados). Su concepción armoniza en una teoría coherente el crecimiento neurobiológico y la influencia de la vida social y cultural con el desarrollo de la inteligencia, subrayando la interrelación entre tales fenómenos.
La escuela, es un ámbito de contención y enseñanza que crea nuevos espacios de interacción con pares y con adultos que potencian el desarrollo evolutivo. Las habilidades sociales y emocionales fortalecen a los niños, ayudándolos a superar la frustración, a aceptar las normas y a adaptarse al mundo. “Un niño sin la posibilidad de acudir a la escuela se verá perjudicado”, coinciden todos los profesionales consultados.
Según el pediatra Christian Donato, “las relaciones sociales en la infancia son más que importantes. En un parámetro de 0 a 10: 10. Las relaciones interpersonales son la base de la pirámide de la construcción social del chico. Lo favorece en el comportamiento, la interrelación entre sus pares, la construcción de su personalidad. Está comprobado que privar a un niño de las relaciones entre pares, acarrea conflictos desde la intromisión hasta una explosión de violencia. Además, el aislamiento aumenta los riesgos de la obesidad, trastornos del estado de ánimo, falta de atención, miedo a la exclusión social y depresión entre otras patologías”.
Según la OMS, en 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
El psicólogo Matías Martin (M.N 44326) agrega que “la interrupción prolongada de actividades fundamentales para el desarrollo social como son la escuela y las actividades extracurriculares, deja a los niños y adolescentes sin el sostén y sin el apoyo brindado por la presencia de maestros y profesores. Por el contrario, se instalan hábitos vinculados al ensimismamiento y la dependencia de juegos virtuales y redes sociales. Además, en contexto de aislamiento prolongado, es más frecuente que desarrollen síntomas de ansiedad, depresión y cuadros de Trastorno por Estrés Post Traumático y que aumente el riesgo de instalarse una patología de pronóstico incierto”.
La respiración
Para prevenir las enfermedades respiratorias, las sociedades respiratorias del mundo recomiendan respirar aire limpio y evitar la exposición al humo del tabaco o contaminantes del aire interior. La respiración es la función biológica por la cual se inhala oxígeno, disuelto en aire, y se expulsa dióxido de carbono para mantener las funciones vitales. El oxígeno permite obtener energía para que así cada célula del cuerpo pueda realizar sus funciones. Sin oxígeno, las células se mueren. El oxígeno es estrictamente necesario para nuestra vida. El doctor Felipe Fernández Alvarez, explica que “el uso prolongado de un tapaboca dificulta la respiración y aumenta la concentración de Co2 en la inhalación.
Según la OMS, “entre los riesgos del uso de mascarilla figuran la posibilidad de dolor de cabeza o dificultades para respirar, la contaminación, las lesiones cutáneas. Las mascarillas son inconvenientes para niños, para quienes padecen asma o problemas respiratorios crónicos y para quienes viven en climas cálidos y húmedos”. Respecto a los materiales, la OMS advierte que el revestimiento de tela puede bloquear por completo los poros de la mascarilla y dificultar la respiración.
La OMS explicaba en un principio que las mascarillas sirven para proteger al personal de salud y son indicadas principalmente para personas con síntomas; respecto a las personas sanas, las indican principalmente cuando éstas entran en contacto con una persona infectada.
Mientras que algunas pocas personas pueden llegar a adaptarse a restricciones excesivas, muchas otras, al verse imposibilitadas de trabajar, de acudir a una institución educativa, de circular libremente y de reunirse con familiares o amigos, experimentarán un gran malestar. Es el desafío de las autoridades, encontrar un equilibrio entre la intensa necesidad que tienen de evitar los contagios y la vital necesidad de la población de mantener un bienestar bio-psico- social. El encierro aumenta el riesgo de un deterioro de la salud tanto física como mental.