El ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, se mostró el miércoles escéptico acerca de que Rusia se convirtiera en el primer país en otorgar la aprobación regulatoria de una vacuna para la enfermedad COVID-19, añadiendo que la clave estaba tener un producto seguro y probado en lugar de ser los primeros.
La vacuna rusa, que se llamará “Sputnik V” en homenaje al primer satélite lanzado por la Unión Soviética, aún no ha completado sus pruebas finales. Su aprobación regulatoria llegó después de menos de dos meses de pruebas en humanos.
“No se trata de ser el primero de la manera que sea. Se trata de tener una vacuna efectiva, probada y por lo tanto segura”, dijo Spahn a la emisora de radio Deutschlandfunk.
“Para tener confianza en una vacuna así, creo que es muy, muy importante, incluso durante una pandemia, hacer correctamente los ensayos, las pruebas pertinentes y sobre todo hacerlas públicas. El problema es que sabemos muy poco al respecto, ya que las autoridades rusas no están siendo muy transparentes”, dijo Spahn. Reuters