Un emotivo relato compartido por la doctora Stella Navarro en sus redes sociales, quien trabaja atendiendo enfermos de COVID-19, se ha convertido en un símbolo sobre la dureza y real gravedad que supone la pandemia del coronavirus.
Por: BluRadio
En él, la doctora narra, como si fuera un cuento en primera persona, el proceso de intubar a un paciente que le ruega que no lo deje morir.
– “Te vamos a dormir ya. Te vamos a intubar. No te está entrando suficiente oxígeno”
– “¿Me voy a morir? No me dejen morir”
– “Te voy a dormir, te doy a intubar y te voy a conectar a una máquina para que te ayude a respira”
– “¿Eso duele?”
– “Sí. Sí duele. Pero estarás dormido. Para que lo puedas soportar”
– “¿Y si no me intuba?”
– “No creo que aguantes”
– “¿Me estoy muriendo?
“Tragar en seco. Nunca ha sido fácil responder esa pregunta”
Así arranca el relato de la doctora Navarro, quien va narrando esa conversación, en medio del agite y la urgencia para intubar al paciente en estado crítico, quien le pide primero que no lo intube, que no aguanta más, pero que no quiere morir ni se siente capaz de aguantar ese proceso por días o semanas.
– Estoy asfixiado- me dices confundido, mientras miras los monitores que pitan a todo volumen anunciando una catástrofe.
Morir. Eso lo haremos todos.
Cuándo? Dificil predecirlo, pero una vez empiezas a recorrer el camino, los que lo hemos estudiado reconocemos las señales.
— Stella Navarro (@stella_navarro) August 10, 2020
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