En el Complejo Penitenciario de Carabobo han fallecido 46 reclusos en lo que va de año.
Por: Rosimar Sanchez / el carabobeno.com
Con la llegada de la pandemia del COVID-19 a Venezuela en el mes de marzo, la situación en las cárceles se puso más crítica. La comida que suministra el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario es escasa, y a los familiares de los reclusos no les permiten ingresar alimentos ni artículos de higiene personal, por lo que los presos mueren de mengua, alertó la directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Carolina Girón.
En el Complejo Penitenciario de Carabobo son 46 privados de libertad fallecidos en lo que va de año. Girón explicó que al estar desnutridos, el sistema inmunológico se debilita, contraen enfermedades como tuberculosis, neumonía y hepatitis y finalmente mueren.
“Ni la salud, ni la alimentación está garantizada en Carabobo, ni en ninguna de las cárceles. El Ministerio de Servicios Penitenciarios me imagino que hará sus esfuerzos para llevar alimentación a la población reclusa pero no sabemos qué pasa en el camino”, denunció la directora del OVP, al tiempo que destacó que es responsabilidad del Estado velar por la vida de los presos.
Covid-19 en calabozos policiales
Girón señaló que en los últimos meses las autoridades nacionales confirmaron casos positivos de COVID-19 en personas detenidas en calabozos policiales de Nueva Esparta, Táchira y Los Teques, por lo que exigió se les realice la prueba a todos los reclusos.
Indicó que la mayoría de los contagios se produjeron en el mes de junio cuando ingresaron nuevos detenidos. “Probablemente esas personas no sabían que tenían la COVID-19 y contagiaron a los otros reclusos”.
Aclaró que en los centros penitenciarios aún no ha llegado la enfermedad o por lo menos no ha sido confirmado ningún contagio por las autoridades.
La directora del OVP manifestó que resulta complicado cumplir con los protocolos necesarios para contener la propagación del virus en las cárceles, debido a que el servicio de agua por tuberías es prácticamente inexistente, y a raíz de la prohibición de las visitas, los familiares no han podido ingresar artículos de higiene personal para los privados de libertad. “Es necesario tomar todos los protocolos de la OMS pero, ¿cómo lo hacen en un centro penitenciario donde no hay agua?”.
Girón también pidió instalar pórticos sanitarios en los centros de reclusión.
Exhortó al Estado venezolano a garantizar la salud y la vida de los reclusos. “Es un derecho, no un privilegio”.