La crisis generada por el coronavirus es una oportunidad para revisar las regulaciones y el funcionamiento en Atención a la Salud. La carencia de camas de cuidados intensivos en los hospitales condujo, de modo significativo, a todas las medidas de cuarentena y restricciones a actividad que aún se sufren. Hay una oportunidad de repensar la arquitectura de los servicios de atención primaria en salud, profundizar su financiación y promover un mejor diálogo entre sector privado y oficial. La meta de acceso universal a la salud sólo será viable si se convierte la COVID-19 en un catalizador para añadir libertad, eficiencia y equidad a los servicios de Salud. Esto se destaca en documento producto de una exhaustiva investigación para el Observatorio de gasto publico de Cedice, realizada por el investigador Carlos Goedder.
Es preocupante que, en lugar de usar con inteligencia esta crisis, lo que se promueva sean reacciones de tipo estatatista o guiadas por el corporativismo. Algunos podrían creer que la solución es añadir más intervención Estatal en los servicios hospitalarios o darle más poder a los gremios que representan a los trabajadores de salud. La alternativa que realmente funciona es darle más poder a los ciudadanos, quienes precisan realmente fortalecerse tras esta experiencia. Entre ellos se incluye a los pacientes y al personal que les atiende.
El sufrimiento del personal médico, de enfermería y administrativo en hospitales, durante esta pandemia, incluye fallecimientos, contagio, maltrato y ha evidenciado las deficientes condiciones laborales en que se encuentran. Muchos de estos trabajadores están en el sector público y las carencias en material de protección, infraestructura, remuneración o apoyo emocional incluyen errores en la cadena de suministro oficial.
Durante esta pandemia, Cedice Libertad viene estudiando las condiciones del sector Salud, en varios informes como el aquí reseñado y da cuenta que son las libertades civiles, económicas y políticas las que están en juego ante las reacciones que han adoptado los Gobiernos. Preocupa que se emplee esta emergencia para aumentar la intervención gubernamental en atención médica, con la anuencia de los sindicatos de trabajadores en el sector y sin controles ciudadanos. El resultado podría ser más corrupción en el manejo de los presupuestos para hospitales, más beneficios para los representantes gremiales y menor competencia en la atención primaria de salud.
Esta investigación, documenta con amplitud los inconvenientes que han padecido los trabajadores del sector salud durante la crisis del coronavirus; reseña la actuación sindical y elabora más sobre las propuestas de Milton Friedman al respecto. Está disponible en: https://cedice.org.ve/tiranovirus/
Nota de prensa