Los virus son entidades capaces de cambiar y mutar con gran rapidez pero, por ahora, las evidencias muestran que el SARS-CoV-2 «ni se está debilitando ni se está haciendo más virulento», tal como ha escrito el microbiólogo Ignacio López-Goñi en un artículo recientemente publicado. A diferencia del virus de la gripe, que es todo un maestro del cambio, el SARS-CoV-2 está mostrando ser «relativamente estable», según recuerda este científico.
Por ABC
Sin embargo, eso no quiere decir que no esté cambiando en absoluto. Científicos de la Red de Inmunología de Singapur ha identificado una mutación del SARS-CoV2 que podría estar vinculada con síntomas más moderados de COVID-19. En un artículo recientemente publicado en « The Lancet», los investigadores han informado de la detección del linaje viral, al que han llamado ?382, que causa unos síntomas más leves de COVID-19 y en el que la respuesta del sistema inmunitario parece ser más eficaz.
«Las secuelas clínicas fueron considerablemente mejores en pacientes infectados con la variante ?382 que con la salvaje —la original y más habitual—», han escrito los autores, encabezados por Danielle E. Anderson. «Aunque la incidencia de neumonía en radiografías de tórax fue similar (…) menos pacientes —infectados con esa variante ?382— requirieron oxígeno complementario». Además de eso, han averiguado que estas personas liberaron menos citoquinas, unas moléculas que en esta enfermedad pueden resultar dañinas durante la fase aguda de la infección.
Detectado en Singapur
La variante ?382 se detectó en Singapur entre enero y febrero de 2020 y no ha vuelto a ser localizada desde entonces. Sin embargo, los autores han concluido que el estudio de ésta y otras variantes «puede mejorar nuestra comprensión de la virología y patogénesis del SARS-CoV-2, lo que podría tener implicaciones para el desarrollo de tratamientos y vacunas».
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