Lituania, Letonia y Estonia impusieron prohibiciones de viaje al presidente Alexander Lukashenko y a otros 29 funcionarios bielorrusos, y se lanzaron a la acción para imponer sanciones ante el resto de la UE.
Los tres estados bálticos han dirigido pedidos para que Occidente tome medidas más firmes contra Lukashenko, quien es acusado por opositores y Occidente de manipular unas elecciones para prolongar su mandato de 26 años.
Las sanciones están dirigidas a los funcionarios que los tres estados bálticos acusan de manipular los votos y desempeñar un papel en la violencia contra los manifestantes desde las elecciones del 9 de agosto. La inclusión de Lukashenko en las listas envía un mensaje a otros países europeos que se han mostrado reacios a respaldar personalmente las medidas en su contra.
Lukashenko, un aliado de Moscú, niega el fraude electoral y ha dicho que los manifestantes cuentan con el respaldo del exterior.