Sin mucho dinero, los familiares de la venezolana asesinada en Trinidad y Tobago, Johanna Díaz Sánchez, esperan reunir suficientes fondos para un funeral adecuado.
Por Laurel Williams | Newsday.co.tt
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Un familiar en Trinidad y Tobago le dijo a Newsday por teléfono: “Las fronteras están cerradas, no podemos enviar el cuerpo a casa. Todo tiene que hacerse aquí”.
“Esperamos poder cremar su cuerpo para poder enviar sus cenizas a Venezuela. Su madre está devastada. Johanna era el sostén de la familia en Tucupita”, agregó.
El sábado por la tarde, un novio de quien estaba separada le confesó a la policía de la Oficina de Homicidios de la Región III que la arrojó a un pozo séptico. Llevó a la policía a su casa en Santa Clara Road, Preysal, donde recuperaron su cuerpo en descomposición.
Unos días antes, familiares preocupados denunciaron la desaparición del hombre de 32 años. Sánchez compartió una relación intermitente con el sospechoso, quien trabajaba como mecánico.
Los familiares en duelo le dijeron a Newsday que ella se fue de Venezuela hace un año y medio, con la esperanza de mejorar debido a la actual crisis económica. Vivía en Princes Town con su hija de 14 años, quien ahora se queda con un pariente en La Romaine.
Hace unos dos meses, Sánchez parecía haberse mudado. Los familiares dijeron que fue víctima de abuso doméstico. A principios de año, la joven venezolana perdió un embarazo.
El sospechoso, usando un perfil falso de Facebook, acudió a las redes sociales e hizo acusaciones sobre ella. Los familiares dijeron que también publicó fotos y lanzó prejuicios contra las “mujeres latinas”. Además, lo acusaron de ciberacoso.
“Mucha gente estaba comentando. La información que dio no era la verdad”, dijo un familiar de Sánchez.
El sospechoso permaneció bajo custodia policial hasta el domingo por la noche.
El Centro Cultural “La Casita” acudió a Facebook el domingo por la tarde para denunciar el asesinato. En una publicación dijo que el crimen había unido a la gente en dolor, ira, impotencia y justicia.
La publicación decía que la joven madre llegó a Trinidad y Tobago, como muchas otras, en busca de mejores condiciones de vida y oportunidades para ella y su hija. “Su único error fue participar en una relación abusiva, quizás en busca de esa seguridad y estabilidad que toda mujer desea”, expresó el centro.
Se espera que se realice una autopsia el lunes. Sánchez es la segunda venezolana víctima de delitos violentos en tiempos recientes.
El mes pasado, tres hombres violaron e intentaron matar a Stefani Flores, una joven de 18 años después de ingresar a un automóvil en Fyzabad. Dos hombres, incluido un policía, han sido acusados. El caso está pendiente.
El año pasado, Evelyn Rojas, de 40 años, fue asesinada a tiros en Carapichaima por un pariente masculino que sigue huyendo. Hasta la fecha, nadie ha sido arrestado.