BP: Demanda por combustibles fósiles recibe golpe histórico en medio de consecuencias de pandemia

BP: Demanda por combustibles fósiles recibe golpe histórico en medio de consecuencias de pandemia

Imagen de archivo de los precios de la gasolina en una estación de BP en Troy, EEUU, ene 17, 2015. El mundo ya no está en riesgo de quedarse sin suministros de petróleo o gas en las próximas décadas ya que la tecnología existente es capaz de liberar tanta energía que las reservas globales casi se duplicarían al 2050 pese a un auge en el consumo, dijo el lunes la petrolera estadounidense BP.
REUTERS/Whitney Curtis

 

El consumo de combustibles fósiles se contraería por primera vez en la historia moderna, debido a que las políticas ambientales fomentan el uso de energía renovable, mientras que la pandemia del coronavirus dejará efectos duraderos en la demanda global de energía, dijo BP en una proyección.

El Panorama de Energía 2020 de BP respalda la nueva estrategia del presidente ejecutivo Bernard Looney de “reinventar” a la petrolera de 111 años y dar un giro hacia las energías renovables.

BP, con sede en Londres, espera que la actividad económica mundial se recupere solo parcialmente de la epidemia durante los próximos años, a medida que disminuyan las restricciones de viaje. Pero algunos efectos derivados, como el trabajo desde casa, llevarán a un crecimiento más lento en el consumo de energía.

Este año, BP extendió su perspectiva al 2050 para alinearla con la estrategia de la compañía de reducir las emisiones de carbono de sus operaciones a un neto de cero a mediados de siglo.

Incluye tres escenarios que asumen diferentes niveles de políticas gubernamentales dirigidas a cumplir con el acuerdo climático de París de 2015 para limitar el calentamiento global a “muy por debajo” de 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

En su escenario central, BP pronostica que el COVID-19 reducirá la demanda en alrededor de 3 millones de barriles por día (bpd) para 2025 y 2 millones de bpd para 2050.

En sus dos escenarios más agresivos, el COVID-19 acentúa la desaceleración del consumo de petróleo, que habría tocado su máximo nivel el año pasado. En el tercer escenario, la demanda de petróleo alcanza su pico alrededor de 2030.

A largo plazo, la demanda de carbón, petróleo y gas natural se reducirá drásticamente.

Si bien en el pasado se ha reducido la proporción de los combustibles respecto al total de las fuentes de energía, su consumo nunca se ha contraído en términos absolutos, dijo el economista jefe de BP, Spencer Dale, a periodistas.

“(La transición energética) sería un evento sin precedentes”, dijo Dale. “Nunca en la historia moderna ha disminuido la demanda de cualquier combustible comercializado en términos absolutos”.

Al mismo tiempo, “la proporción de energía renovable crece más rápidamente que cualquier combustible visto en la historia”.

En el escenario central rápido de BP, los combustibles no fósiles representan la mayoría de las fuentes de energía mundiales desde principios de la década de 2040 en adelante, y la proporción de hidrocarburos disminuirá en más de la mitad durante los próximos 30 años.

Incluso con una demanda de energía que se expandirá por el crecimiento de la población y las economías emergentes, las fuentes cambiarán drásticamente hacia energías renovables como la eólica y la solar, dijo Dale.

Se prevé que la proporción de combustibles fósiles disminuya del 85% de la demanda total de energía primaria en 2018 a entre el 20% y el 65% para 2050 en los tres escenarios.

Con información de Reuters.

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