Por otra parte, la producción económica externalizada en Asia, lo es porque se basa fundamentalmente en mano de obra sub pagada, nulos o escasos derechos laborales, jornada laboral extensa, muchas veces trabajos de menores, mujeres y ancianos (incluso presos) pagados a precios irrisorios; pero también se basa en la agresión al ambiente. Es emblemático el envenenamiento de ríos, cuyas aguas se utilizan para riego agrícola, en países asiáticos de intensa fabricación textil, cuyas descargas de tintes químicos se hacen directamente a los cauces de los ríos. La ropa barata que viene de Asia y que los consumidores occidentales asumen como indumentaria de desecho, ha extinguido la manufactura de vestimenta en Europa y USA, con la consecuente pérdida de empleos, inversiones y desarrollo tecnológico. El hecho es que al no contabilizarse los costos ambientales por el daño producido al suelo y los cuerpos de agua, se está disfrazando el valor real de los artículos producidos. Siendo el cambio climático un problema global, no es que lo que se contamine en Asia deje de repercutir en Europa: incide igual.
En otro sentido, el modelo de desarrollo global que ha adoptado el vértigo del ciclo económico, la urgencia de transformar masivamente bienes del suelo (agrícolas o mineros) en productos terminados, industriales o tecnológicos, que se diseminan de manera fulgurante por las cadenas de suministro de valor por todo el orbe, produciendo grandes riquezas y millonarios instantáneos, ya mostraba signos de agotamiento y la pandemia evidenció que luce insostenible. Pareciera que un ciclo histórico se ha cerrado y que comienza otro más reflexivo y pausado, centrado en producir con arreglo al cuidado del ambiente, remunerando bien y formando adecuadamente al capital humano, de manera que los consumidores puedan pagar el justo valor que cuestan los bienes producidos ecológicamente.
Claro que ninguna era se extingue sin luchar contra las nuevas formas de hacer las cosas. De manera que veremos resistencias en las industrias, gobiernos y grupos de presión. Amenazas de pérdidas de empleo, disminución de ingresos fiscales, baja en la actividad económica, desaparición de ramas industriales, etc. En los siguientes años veremos una aparente prevalencia del modelo actual, pero un inexorable avance de una nueva economía basada en los postulados de eso que llaman la nueva normalidad.
Miguel Méndez Rodulfo
Caracas 14 de Septiembre de 2020