Los italianos han acudido este domingo y volverán a hacerlo mañana lunes, a las urnas por primera vez desde el inicio de la pandemia del coronavirus para elegir el gobierno de siete regiones y pronunciarse sobre una reforma que recorta un tercio el número de parlamentarios.
Tanto los comicios regionales como la consulta para modificar la Constitución tendrían que haberse celebrado en la primera mitad del año, pero el estallido de la pandemia del coronavirus ha retrasado la cita hasta ahora.
Los colegios electorales han abierto hoy a las 7.00 horas locales (- GMT) hasta las 23.00 y volverán a hacerlo el lunes desde las 7.00 hasta las 15.00 para permitir a unos 50 millones de italianos decidir si aprueban una reforma que reducirá el número de parlamentarios de los 945 actuales a 600 a partir de la próxima legislatura (400 en la Cámara de los Diputados y 200 en el Senado), un proyecto defendido por el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S).
El ministro de Exteriores y exlíder del M5S, Luigi Di Maio, ha dicho este domingo que el país espera esta reforma desde hace 30 años.
Las encuestas señalan que la iniciativa -que no necesita participación mínima- saldrá adelante y un factor importante es que la mayoría de los partidos la apoyan, si bien es cierto que en los últimos días varios exponentes de la política, intelectuales y periodistas se han mostrado en contra y han argumentado que pondrá en peligro la representatividad institucional.
A pesar de que la mayoría de los partidos secunda recortar el número de parlamentarios, la reforma siempre se ha vinculado con el M5S, porque la pide desde hace años, y por eso tanto el resultado como las cifras de participación serán interpretadas como señal de fortaleza o de debilidad del Cinco Estrellas, golpeado en los últimos meses por divisiones internas.
Este domingo y lunes también se votan los gobiernos de siete regiones: se elige al presidente de Liguria y Véneto (norte), Toscana y Las Marcas (centro), y Campania y Apulia (sur); mientras que el Valle de Aosta tiene su propio sistema y los italianos eligen a los consejeros regionales, quienes posteriormente designarán al presidente.
Se da por descontada la victoria de los candidatos de la derecha en Véneto y Liguria, y de la izquierda en Campania y Apulia, mientras que en Las Marcas la derecha va en cabeza por poco porcentaje, según los sondeos de intención de voto.
Pero sin duda, la región de la Toscana será la que centre todas las miradas, pues históricamente ha estado dirigida por la izquierda pero ahora, por primera vez en cinco décadas, podría cambiar de color.
De hecho, el líder de la Liga Norte Matteo Salvini ha centrado sus esfuerzos de campaña en movilizar el voto: “El partido está en juego. La izquierda ha cometido un error de apreciación, pensaba que ya había ganado y que en Toscana la gente nunca miraría hacia adelante”, dijo recientemente.
Su candidata es Susanna Ceccardi y su fuerza está en que fue la primera alcaldesa de la Liga Norte en la región en 2016, concretamente en Cascina; aunque los sondeos la daban un resultado ligeramente por detrás del candidato de la izquierda, Eugenio Giani.
Este domingo ya han votado el primer ministro, Giuseppe Conte; el ministro de Exteriores y miembro del M5S, Luigi Di Maio; el líder del gubernamental Italia Viva y ex primer ministro, Matteo Renzi; y el líder del Partido Demócrata, Nicola Zingaretti; mientras que el lunes lo harán Salvini y Giorgia Meloni, líder del ultraderechista Hermanos de Italia.
La particularidad de esta cita electoral es que se desarrolla en plena pandemia de coronavirus y para evitar contagios Italia ha impuesto una serie de condiciones, desde la obligación de llevar las mascarillas en todo momento, hasta el uso del gel para lavarse las manos, la distancia de seguridad o las entradas y salidas diferenciadas en los colegios electorales.
Los enfermos con coronavirus ingresados pueden rellenar sus papeletas en los hospitales y los que están aislados en sus casas han tenido ocasión de pedir el voto en el domicilio, aunque solo lo han hecho unos 1.800, de los 40.000 que están en esa situación.
Uno de ellos es el ex primer ministro Silvio Berlusconi, que se encuentra en su mansión de Arcore, a poca distancia de Milán, tras ser ingresado a principios de septiembre por coronavirus en un hospital, aunque después recibió el alta.
EFE