La casa que compró una familia de Australia por medio millón de dólares terminó destruida en pocos meses. ¿Quién causó ese desastre? Una plaga de termitas: “De la peores que vi en toda mi vida”, afirmó un experto en el tema a un medio local.
Por: Clarín
Sarah Sarson y su esposo Shaun adquirieron la propiedad, ubicada en la ciudad de Gold Coast, a fines de 2019 por un precio de 660.000 dólares australianos (481.000 dólares estadounidenses aprox. al cambio del 18 de septiembre), según una entrevista del programa A Current Affair de 9News.
Antes de invertir en el inmueble, el matrimonio había pedido que revisaran la construcción para detectar posibles fallas y plagas: en aquel entonces el inspector les manifestó a ambos que no encontró termitas o daños provocados por los insectos, declaró la pareja.
Sin embargo, tres meses después de mudarse a la vivienda, Sarah descubrió una escena que la dejó helada: fue a cargar su teléfono celular al baño y notó que cientos de termitas salían del tomacorriente. “Era como una película de terror”, dijo la mujer en conversación con A Current Affair.
Los australianos contrataron a otro inspector, Daniel Golin, quien les dio una mala noticia: el daño que causaron los isópteros era muy importante. El hombre declaró que era una de las peores infestaciones que había observado.
“Es difícil reconstruir esto, creo que hay que pasar a la etapa de demolición y reconstrucción, es la única salida que puedo ver en este momento”, contestó Golin al programa.
Además, expresó que no entiende por qué les aseguraron que el hogar estaba en buen estado: el especialista no cree que la infestación se haya producido en solo tres meses. Y parece que su hipótesis no está errada. Sarah contó que un hombre la contactó para avisarle que antes de que ellos la compraran, él se había fijado en la vivienda. Aunque al final no la adquirió porque constató, a través de una inspección privada, que allí había termitas.
El hombre le dio el resultado de la inspección a la inmobiliaria, que nunca les advirtió a Sarah y su marido de este tema.
El agente inmobiliario, citado por A Current Affair, manifestó que, “de acuerdo a la ley de Queensland”, no estaba “obligado” a informar a los potenciales compradores sobre los resultados de una “inspección privada” que hizo la persona.
La familia, que tuvo que mudarse a otro lugar, le hizo un reclamo al seguro: todavía no les dieron una respuesta favorable. “He llorado mucho, también tenemos niños pequeños, tienen dos y tres años y se dieron cuenta de que ni siquiera era seguro estar aquí, hay agujeros en las vigas mayores”, comentó Sarah.