Armenia y Azerbaiyán se hallaban este domingo al borde de la guerra, tras estallar violentos combates que dejaron al menos 23 muertos y cientos de heridos entre fuerzas azeríes y separatistas de la región de Nagorno Karabaj, apoyadas por Armenia.
En Rusia, que se erige en árbitro en la región, el presidente Vladimir Putin llamó al cese de los enfrentamientos, los peores en esta zona disputada desde 2016.
Al menos 16 militares separatistas armenios murieron y más de un centenar resultó herido en estos combates, según las autoridades de Nagorno Karabaj.
Los beligerantes, que se culpan mutuamente de iniciar las hostilidades, dieron cuenta igualmente de pérdidas civiles. Ereván anunció la muerte de una mujer y un niño y Bakú señaló la muerte de una familia azerí de cinco miembros.
– Tensiones regionales –
Un conflicto mayor entre Armenia y Azerbaiyán podría generar la intervención de potencias rivales en la región del Cáucaso, como Rusia y Turquía. Los enfrentamientos alrededor de Nagorno Karabaj, región secesionista de Azerbaiyán de mayoría armenia que cuenta con el apoyo de Ereván, alimenta las tensiones regionales desde hace 30 años.
El ministro azerí de Defensa afirmó que había conquistado una media docena de pueblos bajo control armenio durante los combates, unas informaciones desmentidas por Ereván.
Bakú afirmó igualmente que había tomado el control de una montaña estratégica en Karabaj y anunció la instauración de la ley marcial, así como un cubre fuego en la capital, en otras grandes ciudades y en la zona cercana a la línea de frente.
Con anterioridad el domingo, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, decretó también “la movilización general” y la instauración de la ley marcial, al igual que las autoridades de Karabaj.
“El régimen autoritario [azerí] volvió a declarar la guerra al pueblo armenio”, dijo Pishinyan, estimando que Bakú y Ereván estaban al borde de una “gran guerra” con potenciales “consecuencias imprevisibles”.
Pashinyan llamó a la comunidad internacional a evitar una “injerencia” turca en el conflicto.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, denunció una “agresión” de Armenia y prometió “vencer” a Ereván.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, aliado tradicional de Azerbaiyán, renovó su apoyo a este país, tras haber mantenido una conversación telefónica con su homólogo azerí.
Por su parte, el vecino Irán dijo que estaba dispuesto a lanzar conversaciones entre ambos países.
Francia, mediador del conflicto con Rusia y Estados Unidos dentro del Grupo de Minsk, pidió el cese de las hostilidades, al igual que la UE y Alemania.
El ministerio azerí de Defensa indicó que había lanzado una “contraofensiva en toda la línea de frente” de Karabaj para “poner fin a las actividades militares de las fuerzas armadas de Armenia”.
– Un viejo conflicto –
El ministerio de Defensa de Karabaj afirmó que había destruido cuatro helicópteros, 15 drones y diez tanques azeríes.
Un video publicado por Ereván muestra dos tanques enemigos alcanzados por disparos junto a otros tres tanques.
Azerbaiyán indicó que uno de sus helicópteros fue abatido, pero que su tripulación estaba a salvo.
El ejercito azerí también publicó un video en el que muestra, desde el aire, la destrucción de tres artefactos militares enemigos.
Las dos antiguas repúblicas soviéticas están en conflicto desde hace décadas por la región secesionista de Nagorno Karabaj, donde a principios de los años 1990 una guerra causó 30.000 muertos. Desde entonces Bakú quiere recuperar el control. Negociaciones de paz están en punto muerto desde hace años.
Separatistas y azerbaiyanos se enfrentan de forma recurrente, pero también lo hacen directamente Armenia y Azerbaiyán.
Estos dos países ya se enfrentaron en su frontera norte el pasado mes de julio en los combates más graves desde 2016 y que hicieron temer la desestabilización de la región.
Olesya Vartanyan, experta del International Crisis Group, sostuvo a la AFP que esta nueva escalada se explica en especial por la ausencia de una mediación internacional activa.
“Desde la epidemia del coronavirus, el conflicto ha sido olvidado, y los diplomáticos ya no van ni a Bakú ni a Ereván, ni siquiera tras los enfrentamientos de julio” pasado, lamentó.
Azerbaiyán cuenta con inmensas reservas de petróleo, lo que le permite cuantiosos gastos militares.
Armenia, mucho más pobre, es un país más cercano a Rusia, que tiene ahí una base militar. Ereván pertenece a una alianza político militar dirigida por Moscú, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
Rusia, que compite con Turquía en la región, libra armas a ambos países.
AFP