Un grupo de indígenas de la comunidad Paî Tavyterã volvieron a entrar este miércoles al monte para continuar con la búsqueda del exvicepresidente Óscar Denis, de 74 años, secuestrado hace tres semanas por la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en un área entre los departamentos de Amambay y Concepción (norte).
Denis lleva desaparecido desde el 9 de septiembre sin que sus familiares hayan recibido más prueba de vida que un papel con su firma, aunque eso fue dos días después, cuando el EPP les hizo llegar también las exigencias para su liberación.
Entre ellas, los secuestradores demandaron la entrega de víveres, por valor de 2 millones de dólares a distintas comunidades indígenas antes del viernes 18 de septiembre, algo con lo que la familia cumplió el miércoles de esa semana.
El EPP también exigió al Gobierno la excarcelación de dos de sus líderes, Carmen Villalba y Alcides Oviedo, a la que el Ejecutivo se negó desde el principio.
A pesar de haber respondido a tiempo con el reparto de los víveres, Denis sigue retenido por sus captores y la familia no ha dejado de rogar por su libertad, una prueba de vida y una vía de comunicación para tratar de negociar.
La familia sigue insistiendo en hacerle llegar al exvicepresidente los medicamentos que necesita tomar diariamente para sus problemas de diabetes e hipertensión.
La escasa información que han obtenido los familiares de Denis y los investigadores es la proporcionada por Adelio Mendoza, un indígena de 21 años que trabajaba en la estancia propiedad de Denis y que fue secuestrado con él.
Mendoza fue dejado en libertad el lunes 14 de septiembre, antes de cumplir una semana secuestrado, y volvió a pie hasta la Estancia La Tranquerita.
Allí se sometió a un reconocimiento médico que, en principio, no arrojó datos preocupantes, ya que se encontraba en buen estado físico, aunque en estado de shock.
Pocos días después, se confirmó su positivo a las pruebas de coronavirus, con la consiguiente preocupación sobre el estado de salud de Denis.
Mendoza relató que caminaron la primera noche del secuestro y que ese mismo día les tuvieron sin comer, aunque les proporcionaron maní y leche al día siguiente.
Después estuvieron con los ojos vendados y no volvió a ver al exvicepresidente.
El secuestro de Denis y Mendoza se produjo una semana después de un enfrentamiento entre la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el EPP, que se saldó con la muerte de dos niñas de 11 años, supuestas hijas de los guerrilleros.
El departamento de Concepción es una de las zonas de influencia del EPP, fundado en 2008 y que se financia con secuestros y ataques a haciendas ganaderas y fincas agrícolas y desde entonces está acusado de más de medio de centenar de muertes, entre policías y militares.
EFE