El secreto que la reina Isabel ha escondido en su anillo de bodas por más de 70 años

El secreto que la reina Isabel ha escondido en su anillo de bodas por más de 70 años

 

Fue una boda histórica. La princesa Isabel de Inglaterra contraería matrimonio con el príncipe Felipe el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster. No tenían idea de lo que ese día significaría para la historia, o quizá sí, de ahí que la organizaran como la primer boda televisada en vivo. Las miradas de todo el mundo sobre ellos, las mujeres deseosas de conocer el vestido de la futura Reina, las joyas, el velo, el ramo… muchos detalles que cubrir. Tuvo algunos tropiezos pero algo muy importante que no podía tener el mínimo error es, sin duda, la creación de los anillos de bodas.





Por: Cultura Colectiva

¿Cómo serían? ¿De qué material? ¿Qué tan costoso? ¿Qué joyas tendrá? Todo era un misterio.

El príncipe Felipe, ahora duque de Edimburgo, tenía todos los ojos encima. El nuevo integrante de la Familia Real; y uno importante, ya se sabía que Isabel llegaría al trono pronto. 200 millones de personas vieron el enlace a través del televisor.

En la biografía autorizada Prince Philip: A Portrait of the Duke of Edimburgo justo se habló de la joya esperada: el anillo de bodas, y cómo el futuro esposo no tuvo que pagar por él.

La Corona Británica mantuvo en secreto el origen pero jamás ha hablado del mensaje oculto del anillo que Isabel aún porta a cada lugar que visita. Únicamente tres personas lo conocen.

Se trata de una joya hecha de oro a partir de una enorme pepita que recibió Felipe del pueblo Gales, una tradición de la Realeza que se ha seguido por años.

El entonces prometido de la hija del Rey llevó la pepita a un joyero a quien le pidió le grabara un mensaje en su interior para hacerlo mucho más especial y personal. La Reina nunca se ha quitado el anillo así que nadie ha podido ver qué es lo que Felipe pidió grabar en él. Como comentamos, solo hay tres personas que lo conocen: Felipe, Isabel y el joyero.

Incluso la mamá de Isabel, la Reina Madre, alguna vez compartió que su hija jamás se quitaba esa joya, y si lo hacía lo colocaba estratégicamente para no mostrar el mensaje que su esposo había grabado. «Nadie sabe lo que dice», confesó.

Uno de los detalles donde más se involucró el ahora esposo de la Reina, justamente fue el anillo, el cual esconde un secreto que quizá jamás sepamos.

La argolla de compromiso igualmente fue muy especial. La mamá del príncipe Felipe, la princesa Alicia de Grecia y Dinamarca, le ofreció una tiara de diamantes que le obsequió en su boda el zar de Rusia, Nicolás II, para que con ella fabricaran la histórica pieza. Felipe decidió recibir el dulce regalo de su madre y le incorporó un solitario de diamantes a la pieza para Isabel.