La escasez de alimentos en Corea del Norte ha forzado a los maestros a cosechar personalmente las raciones de papas que les fueron asignadas por el régimen de Kim Jong-un. El alarmante escenario tiene lugar tras las lluvias torrenciales que eliminaron tierras de cultivo y dieron otro golpe a una economía que ya se encontraba fuertemente golpeada por el impacto del COVID-19. Se espera que la combinación de estos factores genere la mayor contracción en la economía norcoreana en más de dos décadas.
“Los maestros que deberían estar en la escuela están en los campos de papa”, dijo este martes una fuente de la provincia de Yanggang al diario Daily NK. “Esto se debe a que ellos mismos deben cosechar las raciones y llevarlas por su cuenta”.
Las papas suelen ser entregadas directamente a los maestros por las cooperativas encargadas de cultivarlas. Sin embargo, este año sólo se entregó una guía de suministro con la cantidad de papa asignada. En consecuencia, los maestros tuvieron que dirigirse a las granjas para cavar y transportar las papas ellos mismos.
Al escenario se agrega el hecho de que se espera que este año la cosecha sea especialmente escasa. La región del norte del país, donde se realiza la mayoría de los cultivos, fue la más afectada por las inundaciones y los tifones de agosto. Por ello, se estima que el rendimiento de la cosecha disminuirá en aproximadamente un tercio en comparación con el año anterior. “Hay versiones de que una granja de papa que produjo 15 toneladas de cultivos el año pasado sólo producirá 10 toneladas este año”, dijo una fuente a Daily NK.
La producción agrícola es esencial para la economía de Corea del Norte, considerando las sanciones y restricciones al mercado internacional impuestas al régimen como consecuencia de sus continuas pruebas de misiles nucleares y balísticos. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), que tiene operaciones en Corea del Norte, ha dicho que cerca de 40% de la población está desnutrida, y agregó que “la inseguridad alimentaria y la desnutrición están muy extendidas”.
La escasez desató una feroz competencia para hacerse de los alimentos que sí se lograrán cosechar, al punto que algunos docentes incluso usaron los estudiantes como mano de obra gratis.
Pese a que el sistema de racionamiento de alimentos colapsó hace mucho tiempo en Corea del Norte, impulsando las actividades en el mercado negro, este sistema se mantiene vigente para los maestros. El salario mensual promedio de los docentes es de aproximadamente 4000 wones (0,035 dólares), cifra que no alcanza ni para comprar 1 kilogramo de arroz. Hay cada vez más casos de maestros que no pudieron soportar las dificultades financieras y comenzaron a renunciar a sus trabajos o incurrieron en actividades como el contrabando.
Según las fuentes citadas por Daily NK, a pesar de que el Partido Provincial de Yanggang es consciente del problema, la situación no se atiende porque la mano de obra y el costo de cosechar, almacenar y transportar papas es demasiado alto para el régimen.
Se agravan los problemas económicos
La economía del país probablemente logró a duras penas crecimiento en 2019, pero la decisión de Kim de cerrar las fronteras en enero debido al coronavirus frenó el poco comercio legal que tiene el Estado y podría empujar a la economía este año hacia su mayor contracción desde 1997, según informó Fitch Solutions.
A pesar de sus urgencias, Corea del Norte ha rechazado la propuesta del presidente Donald Trump de llevar a cabo un desmantelamiento “completo, verificable e irreversible” de su arsenal atómico a cambio de un alivio en las sanciones que ahogan su miserable economía. Los líderes de Piongyang consideran que renunciar a las armas es un suicidio político.
Boo Seung-chan, ex asesor del ministro de Defensa de Corea del Sur y ahora profesor adjunto en el Instituto Yonsei de Estudios de Corea del Norte en Seúl, dijo que el daño económico sería “severo” este año y esto podría implicar serios daños políticos.
“Durante la hambruna de la década de 1990, el entonces líder de Corea del Norte Kim Jong Il recurrió a la política ‘militar primero’ para solidificar su legitimidad de gobierno”, dijo Boo. “Kim Jong Un también puede recurrir a medidas similares que podrían solidificar su poder en medio del difícil desafío político y económico, al mismo tiempo que busca ayuda humanitaria externamente”.