El Reino Unido impedirá que los europeos condenados a más de un año de cárcel entren en su territorio, una vez que cese la libre circulación de personas cuando el 1 de enero el país deje de aplicar las reglas europeas.
El gobierno británico afirmó el jueves que esta nueva norma se inscribe su compromiso de aplicar un sistema de migración “más firme y más justo” tras el Brexit, en el que los ciudadanos europeos estarán sujetos al mismo régimen que los migrantes no comunitarios.
“En virtud de la legislación europea, el Reino Unido ha permitido a los delincuentes de la UE entrar en el país, cuando de otro modo se les habría detenido y devuelto”, afirmó el ejecutivo en un comunicado.
Para evitarlo, el ejecutivo presentó una nueva legislación al parlamento donde el Partido Conservador del primer ministro Boris Johnson tiene una aplastante mayoría absoluta.
“Durante demasiado tiempo, las normas de la UE nos han obligado a permitir que criminales extranjeros peligrosos entren en nuestras calles, que abusan de nuestros valores y amenazan nuestra forma de vida”, denunció la ministra del Interior, Priti Patel.
En algunos casos, incluso las personas condenadas a menos de un año de prisión o a los delincuentes que no han sido condenados a la cárcel también podrían ver denegada su entrada en virtud de este proyecto de ley, que no afectará a los europeos actualmente afincados en el Reino Unido y con permiso de residencia.
El anuncio planteó sin embargo interrogantes sobre cómo podrá el Reino Unido comprobar los antecedentes penales de los europeos si pierde el acceso a las bases de datos europeas en ausencia de un acuerdo con Bruselas al final del período de transición posbrexit, el 31 de diciembre.
“Estamos trabajando estrechamente con nuestros socios europeos” en este tema, explicó el secretario de Estado para la seguridad pública, Kit Malthouse, al canal Sky News, subrayando que el Reino Unido sigue siendo miembro de Interpol.
AFP