Emigrar a la economía informal ha sido la alternativa de los comerciantes formales ante la imposibilidad de cubrir los gastos de alquileres y condominios de un local en la ciudad.
Daimar Díaz || LA PRENSA DE LARA
Las ventas en los comercios desde que arrancó el año han sido muy bajas, pero con la llegada de la cuarentena estas empeoraron, aun más cuando ciertos sectores no podían laborar por no ser incluidos en el esquema de flexibilización del régimen de Nicolás Maduro.
Hasta 80 dólares puede ser el costo de un alquiler de un local en el centro de la ciudad, tarifa que se le debe sumar el costo de los servicios públicos.
“Resulta imposible pagar un alquiler de un local cuando tus ganancias son mínimas y con dificultad alcanzan para comer, por eso muchos comerciantes hemos dejado nuestros negocios en tiendas para venirnos a las calles porque hay la necesidad de trabajar“, manifestó Orlando Alvarado quien ahora vende bolsos y correas en las calles del centro.
Y es que hasta quienes tienen sus locales propios tuvieron que irse a las calles por no tener cómo pagar los altos condominios que se deben cancelar, tal es el caso del señor Chistrian Crespo, a quien le habían asignado un local en uno de los centros comerciales Barquisimeto I, pero desde hace siete meses labora de manera informal para poder obtener mayor ganancia.
“Las pocas ventas que tenía de mis piezas en acero no me daban para cubrir todos los gastos que demanda un local, tuve que dejarlo solo y empezar a vender en la calle porque así lo que hago es para mí y no para pagar servicios“, aseveró Crespo.
El gerente general del Sambil, Luis Roberto Suarez, comentó que desde que inició la pandemia realizaron una reestructuración de los costos de los alquileres de los locales, acordando que los meses de abril, mayo y junio serían exonerados y a partir de julio cancelarían la mitad de la tarifa que se les había establecido en sus contratos.