Un equipo de investigadores de Israel analizó casi un centenar de burros y descubrió que la mayoría de ellos habían estado expuestos a dos parásitos. Se trata del ‘Neospora’ y del ‘Toxoplasma gondii’, este último potencialmente peligroso para los humanos, ya que puede generar enfermedades neurológicas y abortos.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Instituto Veterinario Kimron de Bet Dagan, este fue el “primer informe” sobre la exposición a los parásitos de burros tanto en estado salvaje como doméstico. El trabajo reveló que esta exposición es “considerablemente más alta que la exposición de otras especies en el área”.
“La alta prevalencia encontrada en este estudio sugiere que los burros pueden tener un papel en el mantenimiento de estos parásitos en la zona, sirviendo así como una fuente de infección para los huéspedes definitivos”, agregaron.
Durante el estudio fueron examinados 98 burros, el 94 % de los cuales tenía en su organismo anticuerpos contra el ‘Toxoplasma gondii’, mientras que el 70% tenía anticuerpos contra el ‘Neospora’. Ambos parásitos forman quistes y tienen ciclos de vida de dos huéspedes.
Los científicos explicaron que la exposición a los parásitos puede tener relación con condiciones de higiene deficientes, vinculadas con poblaciones de bajos ingresos, que aumentan las posibilidades de infección.
Por último, detallaron que las muestras fueron tomadas por un veterinario que brinda atención gratuita a través de una organización humanitaria. La mitad de los animales que participaron de la investigación pertenecen a refugios israelíes que “reciben burros de abandonados de varios lugares”, mientras que la otra mitad provenían de “aldeas árabes de la Autoridad Palestina”.