Jeanine Áñez se despidió este jueves como presidenta interina de Bolivia con un mensaje a la nación de agradecimiento al concluir once meses al frente del país “con el deber cumplido”.
“Nos vamos con el deber cumplido”, sentenció en un mensaje desde el palacio de Gobierno en La Paz retransmitido por la televisión estatal Bolivia TV.
Áñez aseveró que deja el poder con la alegría de saber que “entrega un sistema que respeta el voto popular”, además de la ley y la democracia.
La mandataria transitoria asumió de forma interina el 12 de noviembre de 2019, un día después de que Evo Morales saliera del país tras anunciar su renuncia denunciando que era forzado por un golpe de Estado.
Evo Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido en las elecciones de octubre del año pasado, pero luego fueron anuladas entre denuncias de fraude a su favor, que siempre ha negado y que siguen bajo investigación judicial.
Bolivia celebró elecciones generales el pasado 18 de octubre con una victoria por mayoría del 55,1 por ciento de los votos de Luis Arce al frente del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales.
La toma de posesión de Arce como nuevo presidente del país está prevista para este próximo domingo en La Paz, sede del Gobierno y del Parlamento de Bolivia.
ÁÑEZ SE VA DESTACANDO “LOGROS”
Jeanine Áñez compareció rodeada de buena parte de sus ministros interinos, aunque sin algunos de sus principales valedores, como el titular transitorio de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.
Frente a la escalera del hall del conocido como palacio Quemado, escenario habitual de actos solemnes, enumeró cuatro principales “logros” de su gestión al frente de “la República”, aunque Bolivia es desde 2009 un Estado Plurinacional.
Las ayudas sociales en medio de la pandemia por la covid-19, que ha hundido la economía del país, la lucha contra el nuevo coronavirus y frente al narcotráfico, unido a la “consolidación” de la democracia, fueron los logros que ensalzó.
Áñez aseguró que el presupuesto estatal cuenta con fondos para que el nuevo Gobierno mantenga estas ayudas sociales y que la economía se está recuperando “poco a poco pero a paso firme” para salir a flote a corto plazo.
El Gobierno interino prevé que este año la economía de Bolivia tenga una recesión del 6,2 por ciento, pero en cambio en 2021 pueda crecer un 4,2 por ciento, un porcentaje cercano a la media de años anteriores.
GESTIÓN DE LA PANDEMIA
No obstante, reconoció “tropiezos” en la gestión ante la covid-19, pero aún así deja el país con “una pandemia controlada”.
Bolivia reporta oficialmente 8.758 fallecidos y 142.062 contagios del nuevo coronavirus, la mayoría enfermos ya recuperados, con una curva descendente desde hace semanas, entre sus cerca de once millones y medio de habitantes.
La presidenta interina señaló que la cuarentena de marzo a agosto fue “rigurosa pero no interminable”, con menor impacto que en países europeos como Bélgica o España.
Finalmente, defendió haber actuado siempre con un espíritu de diálogo y de “pacto republicano”, pese a la convulsión con la que asumió el poder.
Bolivia atravesó una grave crisis entre octubre y noviembre del año pasado, con episodios violentos que provocaron al menos 37 muertos y más de 800 heridos, según la Defensoría del Pueblo.
Áñez se expone a un juicio de responsabilidades ante el nuevo Parlamento del país salido de las elecciones, en el que el MAS tiene mayoría pero sin los dos tercios de la gestión anterior, tras un informe parlamentario que pide que sea procesada por la muerte de civiles en operativos militares y policiales durante aquella crisis.
EFE