El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que para evitar lo que sucede en “otros países”, Brasil debe buscar un “sistema electoral confiable”, con votación impresa y no electrónica como está actualmente establecido, de cara a los comicios de 2022 en los que buscará su reelección.
“Tenemos bastante avanzado el estudio. Esperamos que el año que viene entre, se profundice, en la Cámara y en el Senado, para que podamos realmente tener un sistema electoral confiable en 2022”, declaró el jefe de Estado n su transmisión semanal en las redes sociales.
Bolsonaro manifestó que apoya la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) de la diputada aliada Bia Kicis que defiende el retorno al país del voto impreso en sustitución del electrónico.
“Es la manera que uno tiene de auditar y contar los votos de verdad”, apuntó Bolsonaro, sin mencionar cuáles serían esos “otros países”.
El gobernante brasileño, un acérrimo aliado del presidente estadounidense Donald Trump, no se pronunció este jueves sobre el complejo desenlace de las elecciones en el país norteamericano y que apuntan a una victoria del demócrata Joe Biden, aunque la víspera señaló que confiaba en una “virada” del mandatario republicano.
Justo este jueves, Trump cuestionó la integridad del sistema electoral del país, al poner en entredicho, sin pruebas, la legalidad de millones de votos y abrió la puerta a un largo litigio sobre el resultado de las elecciones estadounidenses.
En una acusación similar y también sin demostrarlo, Bolsonaro dijo en marzo que por las “pruebas” que tenía “en manos”, y que hasta ahora no presentó, demostraría que en las elecciones de 2018 fue elegido en primera vuelta, pero por un supuesto “fraude” tuvo que disputar la segunda ante el izquierdista Fernando Haddad.
De otro lado, en el programa semanal por Facebook, Bolsonaro sugirió la “federalización” del archipiélago de Fernando de Noronha, que actualmente es administrado por el Gobierno del estado de Pernambuco (nordeste).
De acuerdo con Bolsonaro, el Gobierno pretende convertir las 21 islas en un “polo turístico”, con actividades de pesca deportiva y autorización para cruceros de gran porte, actividades prohibidas actualmente por la administración del archipiélago como medida de preservación del ecosistema.
EFE