Los mercados bursátiles del Golfo no mostraban grandes movimientos el domingo tras la victoria electoral de Joe Biden en Estados Unidos, lo que refleja las expectativas de que su Administración no traiga cambios radicales a las atribuladas economías de la región.
En Arabia Saudita, el índice de acciones <.TASI> caía un 0,2% al abrirse el mercado, pero después registraba ganancias leves en las primeras operaciones y subía un 0,3% a las 0725 GMT. Otros mercados del Golfo mostraban tendencia dispar.
Las expectativas de precios moderados del petróleo y un dólar estadounidense más débil bajo la Administración Biden podrían añadir presión a los déficits presupuestarios de los Gobiernos del Golfo Pérsico, según los analistas, lo que aceleraría la necesidad de reformas.
“Las bajas tasas de interés globales a largo plazo, los bajos precios del petróleo y un dólar estadounidense más débil son los factores más importantes y generalmente negativos para el Golfo”, dice Hasnain Malik, jefe de análisis de renta variable en Tellimer.
“Pero, en última instancia, el decreciente interés estratégico de Estados Unidos en la región y el desinterés general del electorado estadounidense en la mayoría de los aspectos de la política exterior es el mismo bajo el mandato de Biden o su predecesor”, dijo.
La atención de Biden al cambio climático puede no ser un buen presagio para los países del Golfo, ricos en petróleo, que han intentado con un éxito limitado diversificar sus economías y que ahora se enfrentan a una grave contracción económica en medio del doble impacto de la crisis del coronavirus y la reducción de los ingresos del crudo.
“Es probable que los desafíos estructurales a los que se enfrentan las economías del Consejo de Cooperación del Golfo, incluida la transición energética, se amplifiquen”, dijo Rachel Ziemba, analista principal adjunta del Center for a New American Security, un centro de estudios de Washington.
Las acciones del gigante petrolero saudí Aramco <2222.SE> subían un 0,3% a primera hora del domingo, pero un banquero saudí señaló que se debía en parte a las expectativas de pagos de dividendos. Reuters