Honor Uloth, heredera del imperio cervecero Guinness, murió durante una fiesta familiar el pasado mes de julio en extrañas circunstancias. Ahora se ha hecho pública la investigación policial, que concluyó que se trató de un fatal accidente pero no aportó información adicional.
El suceso tuvo lugar el 31 de julio. El cuerpo de la joven de 19 años fue encontrado en la piscina de la mansión de la dinastía en Sussex, sur de Inglaterra, después de una reunión familiar. La familia Guiness había organizado una cena y Honor era una de las invitadas junto a otras 18 personas. Sobre las 11 de la noche, ella se fue con dos amigas hasta el jacuzzi que había en el lugar. Al cabo de un rato salió de allí y, según, el relato de sus amigas, la perdieron de vista.
Esa fue la última vez que alguien la vio con vida. Fue su hermano Rufus, de 15 años, quien la encontró inconsciente en el fondo de la piscina. Los presentes intentaron reanimarla a la espera de la ambulancia, pero sus esfuerzos fueron futiles. Fue trasladada hasta el hospital de St. Richard y, más tarde, al St. Thomas de Londres, donde finalmente fue declarada muerta el 6 de agosto, seis días más tarde del trágico hecho.
La investigación judicial concluyó que la causa de la muerte de Honor Uloth fue un accidente cuyo origen se desconoce. Durante la velada, la joven no había bebido ni una gota de alcohol. De hecho, ninguno de los jóvenes había consumido bebidas alcohólicas por prohibición de sus padres, de acuerdo a la prensa local. Según el informe policial, ninguno de los invitados a la fiesta vio lo que había ocurrido, por lo que no se ha podido determinar cómo fue su muerte.
“En total, hubo 19 personas de cuatro familias presentes en la cena”, dijo Geoff Charnock de la oficina del forense, según los documentos de investigación obtenidos por el Daily Mail. “Estas familias se conocen desde hace muchos años y han tenido muchas reuniones juntas. Durante el transcurso de la noche se escuchaba música y todos disfrutaban del clima cálido”.
“Las otras dos jóvenes permanecieron en el jacuzzi y estaban mirando hacia el puerto de espaldas a la piscina y no vieron adónde iba Honor”, continuó Charnock. “Poco tiempo después, el hermano de Honor estaba caminando hacia el hidromasaje y la vio en el fondo de la piscina. Dio la alarma y la rescató”.
Los investigadores sólo saben que lo que provocó la muerte de Honor fue un golpe en la cabeza.
La policía contempla como hipótesis que Honor saltara de una roca que en la casa familiar utilizaban como trampolín en la piscina y terminara golpeándose con ella, lo que le causó una fractura en un hombro y lesiones cerebrales.
Otras hipótesis que barajan las autoridades son que la víctima sufriera un resbalón en el borde de la piscina o que se golpease en la cabeza con el borde al salir de la misma.
Honor Uloth era la primogénita del matrimonio formado por Rupert Uloth (ex subdirector de la revista Country Life) y Lady Louisa Jane Guinness, hija de Benjamin Guinness. El abuelo de Honor, el tercer conde de Iveagh, fue presidente de la compañía, valorada en más de mil millones de dólares, durante años.
Ahora la familia ha revelado que los órganos de la joven fueron donados a cuatro pacientes porque esa era su voluntad. “Hemos perdido una hija y una hermana que trajo luz y alegría incalculables a nuestras vidas. Estaba tan llena de diversión, risas, amabilidad y aventuras. Tenía la habilidad de unir a las personas y hacerlas sentir bien”, afirmó la familia según recoge el citado periódico. Y añadieron que le rindieron homenaje respetando sus deseos: “Siempre dejó en claro que si algo le sucedía, le gustaría que sus órganos fueran donados a los necesitados”.
“Su último día lo pasó montando caballos de polo por la mañana, viendo amigos en la playa por la tarde y disfrutando de una velada con amigos cercanos y familiares con una deliciosa cena al aire libre. Fue su tipo de día perfecto”, expresaron.
La de Honor es la última de una serie de trágicas muertes que ha golpeado a la dinastía Guinness. Arthur Guinness, fundador de la compañía cervecera en 1759 y que se convirtió en el hombre más rico de Irlanda, tuvo 21 hijos y enterró a diez de ellos antes de su propia muerte. Muchos de sus herederos, señaló el periódico, se convirtieron en alcohólicos y murieron en la pobreza o terminaron en instituciones mentales. La prensa británica recuerda también la historia de Lady Henrietta Guinness, quien saltó de un puente en Umbría, Italia, en 1978. Y que Peter Guinness, de cuatro años, murió en un accidente automovilístico en el mismo año.