Cuando el Caso de Cambridge Analytica llegó a los tribunales fue un escandalo en el Reino Unido y Estados Unidos pero… muy pocas personas entendían cómo el simple análisis de datos personales en internet podía convertirse en un crimen.
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El documental “Nada es privado” reveló como la compañía privada utilizó los datos de millones de ciudadanos estadounidenses para determinar el perfiles psicológicos de cada usuarios en internet y bombardearlos con información especifica e individualizada para hacerlos cambiar de opinión.
Los informantes y ex trabajadores Cambridge Analytica incluso confesaron que utilizaron estrategias psicológicas de alto nivel militar para influir en las preferencias personales. Sumado a las lluvias de “fake news” de fuentes cuyos responsables eran casi imposible de determinarse.
Pero ¿de dónde recolectaron estos datos? …las redes sociales, específicamente, Facebook que en la actualidad es dueño de Instagram y Whatsapp.
Brittany Kaiser, la ex empleada que habló por primera vez sobre el uso de los datos de internet contra los usuarios para alcanzar objetivos político inimaginables como la promoción “discreta de genocidios” en países del tercer mundo, explicó que la principal fuente de ingresos de las grandes empresas del internet son la venta de datos personales a tercero, mientras observaba al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, negarlo frente la Congreso de los Estados Unidos.
“Los datos ahora se han convertido en el activo más valioso del mundo, más que el petróleo“, dijo Jehane Noujaim, codirectora de “Nada es privado”.
Aunque el director de Cambridge Analytica, Alexander Nix, negó rotundamente que tuvieran vínculos con los miembros de los campañas electorales de presidenciales de los Estados Unido en 2016. Brittany Kaiser, quien era la segunda al mando de Nix en 2016, aseguró haberse reunido en varias ocasiones en Washington DC y aun mantiene respaldo de los correos electrónicos intercambiados.
¿Qué puedo hacer para proteger mis datos?
El documental cierra con una serie de recomendaciones, entre las que destacan eliminar todas las notificaciones de las redes sociales para minimizar el bombardeo.
Así como, promover y apoyar las iniciativas legales que prohíban la recolección de datos, no solo de las redes sociales, sino en todas las páginas en internet.