Un tribunal de Panamá anuló este viernes la sentencia que en 2019 absolvió al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) de cargos de espionaje y corrupción durante su gobierno, y ordenó repetir el juicio contra el exmandatario, anunció la fiscalía.
El “Tribunal Superior de Apelaciones, por mayoría, acoge el recurso de anulación, en caso (de) pinchazos telefónicos y ordena se realice nuevo juicio a solicitud de abogados querellantes y del Ministerio Público”, publicó la fiscalía en Twitter.
La decisión de anular la sentencia y repetir el juicio fue anunciada tras una audiencia virtual.
El 9 de agosto de 2019, un tribunal panameño declaró a Martinelli “no culpable” de los cargos de espionaje y malversación de fondos públicos.
El exgobernante fue juzgado por presuntamente “pinchar”, entre 2012 y 2014, las comunicaciones de unos 150 opositores a su gobierno.
Por este caso, la fiscalía pidió 21 años de prisión contra Martinelli por los delitos de interceptación de las telecomunicaciones, seguimiento y vigilancia sin autorización judicial, peculado por sustracción y peculado de uso.
Sin embargo, el tribunal consideró entonces que se vulneró el debido proceso y que las declaraciones del testigo protegido utilizado por la fiscalía, un miembro del Consejo de Seguridad, estuvieron afectadas por “parcialidad”.
El juicio a Martinelli fue el primer proceso penal que enfrentó un expresidente panameño. Dos subalternos del exmandatario ya habían sido condenados a cuatro años de cárcel por este caso, mientras que otros dos están prófugos.
La sentencia, que fue recurrida por las supuestas víctimas del espionaje, causó pesar en un país cuyo sistema de justicia está ampliamente cuestionado.
Martinelli fue juzgado tras su extradición de Estados Unidos, el 11 de junio de 2018, un año después de ser detenido en Miami, donde residía desde 2015 para eludir a la justicia panameña.
Durante la mayor parte del juicio, Martinelli estuvo detenido preventivamente en la cárcel El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, aunque posteriormente fue beneficiado con una medida cautelar de prisión domiciliaria.
Pese a las acusaciones, el dirigente siempre se dijo víctima de una “persecución política” de su sucesor, el expresidente Juan Carlos Varela. /AFP