El Reino Unido sufrirá en 2020 una caída sin precedentes de su PIB, del 11,3%, debido a la pandemia de coronavirus, una “emergencia económica” que el miércoles llevó al gobierno a anunciar fuertes recortes en la ayuda al desarrollo.
Este año la economía británica registrará su mayor caída anual en más de tres siglos, un -11,3%, antes de recuperar 5,5% en 2021 y 6,6% en 2022, según las previsiones presentadas por el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, ante el parlamento.
Según sus cálculos, el déficit público se elevará 19% del PIB para el actual año fiscal, debido a los esfuerzos sin precedentes para proteger el empleo del impacto de la pandemia, precisó al presentar su nuevo plan de gasto.
El coronavirus ha asestado un duro golpe a las finanzas públicas británicas, ante lo que Sunak, consciente de que todavía no puede tomar medidas como subir los impuestos, decidió reducir la generosa ayuda británica al desarrollo.
“En un período de crisis sin precedentes, el gobierno tiene que tomar decisiones difíciles”, afirmó el ministro ante los diputados, al anunciar que esta se reducirá en 2021 al 0,5% del Producto Interior Bruto frente al 0,7% habitual.
Varias personalidades, entre ellas la premio Nobel de la Paz paquistaní Malala Yousafzai, habían pedido a Londres que no tomara esta medida.
“El covid-19 podría obligar a 20 millones de niñas más a dejar la escuela. Para que las niñas sigan aprendiendo, necesitamos líderes que den prioridad a la educación”, dijo Malala en Twitter.
El Reino Unido era hasta ahora el único país del G7 que destinaba el 0,7% de su PIB a la ayuda al desarrollo, un objetivo marcado por Naciones Unidas.
Dos ex primeros ministros, el conservador David Cameron y el laborista Tony Blair, advirtieron en una declaración conjunta que dejar de hacerlo “sería un error moral, estratégico y político”.
Otros tres exjefes de gobierno -Theresa May, Gordon Brown y John Major- también se opusieron a un recorte en el presupuesto de ayuda internacional, uniéndose a los líderes de 187 organizaciones, entre ellas Greenpeace UK y Save the Children.
AFP