Tailandia trataba de localizar a unas 200 personas en sus provincias el lunes para detener un posible brote de coronavirus en el norte del país, después de que tres ciudadanas tailandesas entraran ilegalmente en el país desde Myanmar y dieran positivo días después.
Tres mujeres evadieron los controles de inmigración y entraron en el país través de cruces fronterizos naturales el martes y el viernes pasado, saltándose la cuarentena obligatoria para los recién llegados, dijo el gobernador provincial de Chiang Rai, Prachon Pratsakul.
Había 356 personas potencialmente expuestas en las provincias de Chiang Rai y Chiang Mai, entre ellas personal y clientes de un hotel, centro comercial, cine, restaurantes y pasajeros en una furgoneta y taxi, dijo Prachon en una conferencia de prensa.
Tailandia tiene medidas estrictas y controles fronterizos para mantener el coronavirus bajo control, manteniendo sus casos en menos de 4.000 y las muertes en 60, aunque su economía —muy dependiente del turismo— se ha visto muy afectada.
La mayoría de las infecciones de los últimos meses fueron casos importados encontrados durante la cuarentena impuesta por el Gobierno, y solo se ha informado de un puñado de casos comunitarios, en cada uno de los cuales se han puesto en marcha esfuerzos masivos de rastreo de contactos.
Hasta ahora se han encontrado más de 150 personas en las provincias del norte y los resultados han sido negativos, según dijo el alto cargo de salud Sopon Iamsirithaworn en una conferencia de prensa. Reuters