Más de 1.640 rohinyás, transferidos por las autoridades de Bangladés, llegaron el viernes a la isla de Bhasan Char, que las organizaciones de derechos humanos consideran peligrosa, como parte de la primera fase de un controvertido proyecto para reubicar a 100.000 refugiados.
Los barcos atracaron en Bhasan Char alrededor de las 14h00 (08h00 GMT), dijo a la AFP Shamsud Douza, un funcionario responsable de los refugiados de Bangladés que acompañaba a los rohinyás.
La seguridad fue reforzada el viernes en eta isla situada en la Bahía de Bengala, donde se estableció una comisaría y se desplegaron cerca de 300 policías, incluyendo mujeres, dijo el oficial de policía Golam Faruq a la AFP el viernes.
Bangladés invirtió unos 400 millones de dólares en la construcción de instalaciones para albergar a los refugiados y de un muro de tres metros de altura alrededor de las instalaciones.
Los oficiales dijeron que a los rohinyás tendrán habitaciones y las instalaciones básicas necesarias para la vida diaria.
El jueves las autoridades dijeron a la AFP que unos 2.500 refugiados rohinyás se establecerían en la isla durante la primera fase del traslado.
El proyecto del gobierno es asentar al menos 100.000 refugiados rohinyás en la isla, azotada con frecuencia por ciclones e inundaciones.
Por su parte la oficina de Naciones Unidas en Bangladés emitió un lacónico comunicado en el que aseguraba que “no participa” en este proceso de reubicación sobre el que tiene “poca información”.
Unos 750.000 refugiados musulmanes rohinyás, una minoría perseguida en Birmania, huyeron en 2017 de la limpieza étnica en el oeste de ese país perpetrada por el ejército y las milicias budistas.
Los que llegaron se suman a los más de 200.000 rohinyás que ya estaban refugiados en Bangladés por anteriores olas de violencia.
La afluencia masiva llevó a la creación de campamentos en condiciones de extrema pobreza, agravada por la pandemia del coronavirus, y donde se desarrolló el tráfico de drogas.
La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima en 860.000 los rohinyás que viven en Bangladés en campamentos cercanos a la frontera con Birmania. Otros 150.000 han encontrado refugio en otros países de la región. Alrededor de 600.000 siguen viviendo en Birmania.
AFP