California obligó a gran parte del estado a cerrar las tiendas y quedarse en casa el lunes y Nueva York ordenó a los hospitales aumentar la capacidad de camas en un 25 por ciento, mientras Estados Unidos se preparaba para otro aumento de coronavirus durante las próximas vacaciones.
Por Reuters
La orden del gobernador de California, Gavin Newsom, entró en vigencia un día después de que el estado estableció un récord con más de 30,000 nuevos casos de COVID-19, desencadenados en áreas del sur de California donde menos del 15% de las camas de hospital de cuidados intensivos permanecen disponibles.
Además, cinco condados en el norte de California que rodean el área de la bahía de San Francisco han impuesto voluntariamente las restricciones incluso antes de alcanzar el umbral de la unidad de cuidados intensivos. Combinadas, las áreas cubren aproximadamente las tres cuartas partes de los casi 40 millones de habitantes del estado.
La Dra. Celine Gounder, miembro de la junta asesora de coronavirus del presidente electo Joe Biden, dijo que California tenía pocas opciones.
“Dado lo fuera de control que está el virus en este momento, tenemos que volver a marcar algunas de esas restricciones”, dijo Gounder a CBS News. “Idealmente, deberíamos ser más proactivos que esto”.
Al reportar más de 30,000 casos nuevos el domingo, el estado superó su récord anterior de 21,986 establecido el 4 de diciembre, y también registró un récord para los pacientes hospitalizados con COVID-19.
A nivel nacional, las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos están en su punto máximo con un promedio de 193,863 nuevos casos reportados cada día durante la semana pasada, según un recuento de Reuters de datos oficiales.
Se han reportado 14,7 millones de infecciones confirmadas y 282,253 muertes relacionadas con el coronavirus en el país desde que comenzó la pandemia, la mayor cantidad en el mundo.
California ha estado bajo una orden de quedarse en casa para todos los servicios menos esenciales desde marzo. La nueva orden, que durará al menos tres semanas, prohíbe las reuniones privadas de cualquier tamaño, cierra todas las operaciones minoristas y la infraestructura crítica, y requiere que todos usen una máscara y mantengan el distanciamiento físico.
Pero los alguaciles de los condados de Los Ángeles, Orange y Riverside han dicho que se negarán a hacer cumplir la orden.
El alguacil del condado de Riverside, Chad Bianco, dijo en un mensaje grabado en video que su oficina “no será chantajeada” para hacer cumplir las órdenes del gobernador, y el alguacil del condado de Orange, Don Barnes, dijo en un comunicado que sus agentes no responderían a las llamadas para hacer cumplir las violaciones del mandato de la máscara. órdenes para quedarse en casa o la prohibición de reuniones sociales.
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