Brasil superó la marca de 181.000 fallecidos por la covid-19 este sábado, el mismo día en que se cumple nueve meses del registro del primer deceso por la enfermedad en el país, informó el Ministerio de Salud.
Según el más reciente boletín divulgado por la cartera, el gigante suramericano confirmó 686 nuevas muertes en las últimas 24 horas, por lo que el total de fallecidos llegó a 181.123.
En el mismo periodo fueron notificados 43.900 nuevos contagios, lo que elevó los casos confirmados hasta los 6.880.127.
Asimismo, 5.969.706 personas ya están recuperadas del coronavirus en el país, mientras que 729.298 siguen bajo acompañamiento médico.
Brasil registró la primera muerte por covid el 12 de marzo y, nueve meses después, confirma el peor de los escenarios pronosticado por las autoridades sanitarias en el inicio de la crisis sanitaria, situándose, al lado de Estados Unidos e India, como uno de los países más azotados por el patógeno.
En abril, el entonces ministro de Salud Henrique Mandetta, destituido del cargo poco después por sus divergencias con el presidente, Jair Bolsonaro, sobre las estrategias de combate a la pandemia, trabajaba con tres proyecciones de decesos hasta la llegada de una vacuna.
La más optimista situaba ese número en 30.000, la más “factible” en 80.000, y la peor apuntaba para 180.000 muertos, barrera que Brasil superó la víspera.
Y es que a casi diez meses del inicio de la pandemia en el país, en febrero, el número de casos y muertes vuelve a acelerarse en todas las regiones brasileñas, lo que ya se hace sentir en las redes de salud de estados y municipios.
AUMENTA LA POLARIZACIÓN EN TORNO A LAS VACUNAS
Brasil confía en la llegada de una vacuna para mitigar los estragos causados por la pandemia, pese a que el debate sobre las inmunizaciones está politizado desde hace varios meses en medio del fuerte negacionismo de Bolsonaro respecto a la real gravedad de la emergencia sanitaria.
En las últimas semanas la polarización en torno a las vacunas escaló y, a día de hoy, un 22 % de los brasileños no pretende vacunarse contra la covid-19, mientras que el 73 % irá participar en la inmunización y un 5 % dijo no saber, de acuerdo con una encuesta divulgada este sábado por el Instituto Datafolha.
Los datos apuntan un fuerte salto con respecto al sondeo realizado en agosto, cuando tan solo un 9 % de los entrevistados dijo que no iría vacunarse, ante al 89 % que aseguró querer el antígeno.
Asimismo, la mitad de los participantes señaló que no tomaría una vacuna desarrollada por China, duramente criticada por el presidente brasileño, en tanto que el 47 % de los 2.016 entrevistados por Datafolha apuntó que lo haría y el 3 % afirmó no saber.
EL GOBIERNO REMITE AL SUPREMO SU PLAN DE VACUNACIÓN
En medio de las presiones de diversos sectores, el Gobierno brasileño entregó hoy a la Corte Suprema su plan nacional de inmunización contra la covid-19, aunque no detalló una fecha concreta para el inicio del proceso porque la futura vacuna aún debe ser aprobada por las autoridades sanitarias.
El plan, que podrá sufrir “alteraciones”, es bastante similar al presentado hace diez días en carácter preliminar y prevé cuatro fases iniciales de vacunación, que comenzará con el personal sanitario, ancianos e indígenas.
En el documento, el Ministerio de Salud citó a 13 potenciales vacunas en la fase final de ensayos clínicos, entre ellas las fórmulas desarrolladas por el laboratorio chino Sinovac, por la británica Astrazeneca y por la estadounidense Pfizer.
Detalló también que pretende aplicar en estas cuatro primeras etapas unas 108,3 millones de dosis en 51 millones de personas, lo que supone menos de un cuarto de la población brasileña (212 millones de personas) y cerca de la mitad de lo necesario para frenar el avance del virus.
En ese sentido, la cartera reconoció que para la interrupción de la circulación de la covid-19 en el país sería necesario una “vacuna altamente eficaz siendo administrada en una expresiva parte de la población”, es decir, en más de un 70 % de los habitantes.
Según el cronograma, los primeros en vacunarse serán los profesionales de salud, los ancianos a partir de los 75 años y aquellos con 60 años o más que vivan en residencias o instituciones psiquiátricas y la población indígena.
En la segunda y tercera fase se les aplicará el antídoto a personas de entre 60 y 74 años de edad y a los pacientes con enfermedades crónicas.
En la cuarta y última fase deberán inmunizarse profesores, fuerzas y cuerpos de seguridad y salvamento y agentes penitenciarios.
El Ministerio de Salud señaló además que ya ha garantizado, a través de tres acuerdos, 300 millones de dosis de vacunas, de las cuales 70 millones serían del antígeno desarrollado por Pfizer y BioNTech, aunque la compra todavía no ha sido formalizada.
EFE