Jennifer Grey protagonizó, junto al fallecido Patrick Swayze, una de las películas más icónicas de Hollywood: “Dirty Dancing”. Pese al éxito y a la gran popularidad del filme a fines de los 80, la carrera de la actriz se terminó abruptamente a los 27 años. Swayze se convirtió en todo un sex symbol, mientras que ella desapareció de la industria.
Por infobae.com
Grey comenzó a arruinar su carrera cuando decidió hacerse un cirugía estética. Salió del quirófano siendo otra; ya nadie la reconocía. Hollywood dejó de contratarla: “Baby” de “Dirty Dancing” ya no existía más. Pero no fue lo único que terminó con la vida laboral de la actriz.
Llegó incluso a plantearse cambiarse de nombre artístico para reiniciar su carrera desde cero. A los 60 años, la actriz busca tener otra opotunidad en la industria. Para ello, decidió retomar próximamente su papel de “Baby” en una secuela que producirá el estudio Lionsgate y que dirigirá Jonathan Levine.
Aquí, algunos datos poco conocidos de su trayectoria:
Patrick Swayze, fallecido de cáncer de páncreas en 2009 a los 57 años, y Jennifer Grey alcanzaron la fama mundial con “Dirty Dancing” (1987), una historia de amor de verano entre Johnny Castle, un seductor instructor de baile, y Frances “Baby” Houseman, una adolescente de familia adinerada. Si bien en la pantalla grande había química entre ellos, en la vida real no podían ni verse y la mala relación entre ellos se hizo más que evidente durante el rodaje de la película que, sin demasiadas pretensiones, se convirtió en todo un clásico del cine.
“Jennifer no quería a Patrick. Nos suplicó que, por favor, cualquiera menos él. No se caían bien”, aseguró la guionista Eleanor Bergstein, que se basó en algunas experiencias de su propia vida a la hora de escribir el libreto. Durante los ensayos, la actriz no paraba de cometer errores que obligaban a repetir las tomas una y otra vez y Swayze no podía disimular su hartazgo por la actitud infantil de su colega.
El actor, cuyo carácter también se agrió por culpa de una lesión en la rodilla durante la grabación del filme, tenía una mala impresión de Grey. En su libro autobiográfico titulado “The Time of My Life”, Swayze confesó que la mala relación con su compañera de rodaje comenzó desde que ambos coincidieron en la película bélica “Amanecer rojo”, 1984. Al parecer, mantuvieron un tenso trato durante aquella filmación porque Grey no paraba de quejarse de las duras condiciones del rodaje.
La hija del actor y ganador del premio Oscar Joel Grey sacaba de quicio al protagonista de “Ghost”, lo que propició que el malestar entre ambos continuara latente tres años después durante su segundo filme juntos.
Uno de los momentos más tensos sucedió con la escena del ensayo en la que “Baby” rodeaba con su brazo el cuello de Johnny y éste la acariciaba suavemente. La actriz era incapaz de contener la risa porque tenía cosquillas cada vez que él la tocaba con las yemas de los dedos. Él se cansó de repetir las tomas por la reacción de su compañera. Swayze no tuvo reparos en criticar abiertamente la actitud infantil de Grey a quien acusó de no tomarse en serio el trabajo.
El gran y recordado final – el momento en que bailan la canción “(I’ve Had)The Time of My Life”, fue también difícil. “La pintura se pegaba a mis pies, así que no podía girar. Todos los extras estaban sentados alrededor mirando cómo estaba a punto de caer en su caras”, recordó Grey sobre la icónica escena.
Treinta años más tarde desde su estreno en agosto de 1987, Grey no ha dicho jamás una sola palabra en contra de su compañero y le ha agradecido que le transmitiera la fortaleza necesaria que ella necesitaba para llevar a cabo las coreografías más arriesgadas. “Patrick era realmente fuerte y muy protector y ponía el alma en todo lo que hacía”, recordó la actriz en una entrevista.
Un accidente fatal que marcó su vida
Agosto de 1987. Todavía faltaban unos días para que se estrenara la película que la consagraría en el mundo entero, cuando Jennifer decidió irse de vacaciones junto a su novio de entonces, Matthew Broderick. El romance, que había comenzado durante el rodaje de “Ferris Bueller’s Day Off”, todavía no había sido blanqueado a la prensa. Así que ambos habían optado por hacer un viaje secreto por Irlanda del Norte. Pero ocurrió una tragedia: el automóvil conducido por Broderick invadió el carril contrario chocándose de frente con otro en el que venían dos mujeres, madre e hija, quienes murieron en el acto, mientras que los actores tan solo sufrieron heridas leves. Broderick fue condenado por conducción temeraria y multado con USD 175. Y Grey asegura que nunca volvió a ser la misma.
Al momento del accidente, tenía apenas 27 años y estaba en el mejor momento de su carrera. Y, aunque en apariencia había resultado ilesa del mismo, nunca pudo superar el shock que le produjo ver cómo dos personas perdieron la vida ante sus ojos. “El dolor sobrepasaba la alegría que me daba mi carrera. Mi cabeza nunca volvió a ser la misma, mi ambición nunca volvió a ser la misma”, revelaba Grey sobre el fatídico hecho años más tarde a la revista People.
La rinoplastia que destruyó su carrera
En la cima de su popularidad con “Dirty Dancing”, la actriz tomó una pésima decisión: someterse a una rinoplastia. Debido a sus inseguridades, en 1987, Grey decidió realizarse una pequeña intervención para modificar la nariz que quizá le impidió alcanzar antes la fama, pero que en ese momento ya a nadie le importaba.
“Entré en el quirófano siendo una celebridad y salí siendo anónima”. Esta frase terrible fue el amargo lamento de la actriz tras su paso por el quirófano a finales de los ochenta. Una pequeña intervención para corregir su nariz tan característica se transformó en una sucesión de operaciones que terminaron convirtiéndola en una desconocida para sí misma. El cambio de imagen de Grey fue tan radical que ni siquiera sus conocidos la reconocían. “Era como estar en un programa de protección de testigos o ser invisible”, declaró la artista tras el desastroso resultado. Reconoció que esperaba cambiar su apariencia, que tanta veces le había jugado en contra en las audiciones, pero no hasta el punto de que destruyera su carrera porque nadie reconocía ya a la bella chica de “Dirty Dancing”.
El sorpresivo anuncio público de su padre
En los últimos años, Grey volvió a estar en el centro de atención por motivos extracinematográficos. En 2010 el baile volvió a proporcionarle gloria mediática al proclamarse vencedora en la undécima edición del popular reality “Dancing with the stars”. Si bien inicialmente rechazó la propuesta porque no quería “rebajarse a participar en un reality show”, la actriz que llevaba casi dos décadas sin bailar, se animó al desafío. Se coreografía de “Do you love me”, la primera canción que Baby y Johnny bailaban en “Dirty Dancing”, enloqueció al público y la llevó a la final. “En el programa me pedían una y otra vez que hiciese el salto de ‘Dirty Dancing’, pero no lo volví a hacer desde la película y ya estoy demasiado mayor. Tengo una familia y quiero vivir más tiempo”, bromeó tras el triunfo.
Pero su victoria en el certamen de baile no fue lo único que la tuvo en las primeras planas de las revistas nuevamente. En 2015, su padre Joel Grey, ganador del Oscar por su papel en “Cabaret”, sorprendió a todos con una confesión inesperada: a sus 82 años, y después de 24 años de matrimonio con la actriz Jo Wilder, se declaró homosexual.
En una entrevista con la revista estadounidense People, el artista, también conocido por series como “Alias” o “Buffy Cazavampiros”, dijo que sus familiares y amigos ya conocían su elección sexual. “No me gustan las etiquetas, pero si me tienes que poner una, esa es la de hombre gay”, expresó el intérprete que estuvo casado con la también actriz Jo Wilder durante 24 años. Sus palabras no fueron ninguna sorpresa para Jennifer o para su hermano, el chef James Grey.
“Estoy muy contenta de que mi padre haya llegado a un punto de su vida en el que se siente lo bastante cómodo para definirse como gay”, declaró la actriz. “La gente es libre para elegir su naturaleza y a quien quiere amar , no importa la edad ni el tiempo que les lleve tomar esta decisión”.
Su anhelado regreso
Grey ha seguido trabajando como actriz, pero solo ha conseguido algunos papeles secundarios o participaciones en series como “Friends” o “Greys Anatomy”. Entre 1999 y 2000 protagonizó la serie “It’s Like, You Know…”, una comedia que duró poco y donde su rinoplastia fue un gag recurrente. Quizá el retorno de Grey a la industria del cine llegue con la secuela de “Dirty Dancing”. El pasado mes de agosto, Lionsgate anunció que produciría esta nueva historia basada en la célebre famosa película donde la actriz encarnará de nuevo a “Baby”. En lo que respecta al papel de Swayze, Grey aseguró recientemente que no será reemplazado en la película.
El regreso de Jennifer Grey, que hoy tiene 60 años, y la continuidad de uno de los títulos más populares del cine de los años 80 fueron confirmados por el CEO de los estudios Lionsgate, Jon Feltheimer. No hay detalles todavía de cuál será la línea argumental de esta secuela, pero sí se confirmó como directores a Jonathan Levine y Gillian Bohrer, a partir de un guión que escribirán Mikki Daughtry y Tobias Iaconis.
El tema principal de Dirty Dancing, “(I’ve Had) The Time of My Life”, cantado por Bill Medley y Jennifer Warnes, ganó en 1987 el Oscar a la mejor canción original. “La secuela tendrá las mismas características de aquella nostálgica historia romántica original que los fans estuvieron esperando durante tanto tiempo”, adelantó Feltheimer.
Un divorcio en plena plandemia
El 21 julio de 2001 Grey se casó con el actor y director Clark Gregg, con quien tiene una hija, Stella, de 18 años y que ha heredado de sus padres la pasión por la actuación. A principios de este año se supo que la estrella de “Avengers” y “Agents of S.H.I.E.L.D.” le pidió el divorcio a Grey tras 19 años de matrimonio. Presentó el pasado 13 de agosto los documentos legales para la separación de su esposa ante un tribunal del condado de Los Ángeles dos semanas después de que la ahora ex pareja anunciara su ruptura en redes sociales. Cuando dieron conocer la noticia, los actores indicaron que se habían separado amigablemente, pero al poco tiempo se supo que la actriz -de acuerdo con documentos oficiales publicados por People- pidió en el acuerdo de divorcio mantener el 100% de las ganancias generadas por su trabajo en “Dirty Dancing”. Además, solicitó la manutención compartida de su hija hasta los 24 años y la separación en partes iguales de las ganancias generadas por el actor.