Recordando ya para finalizar el peor año de este siglo y del anterior, las primeras manifestaciones contra el gobierno bolivariano del comandante Chávez… me parece que el país no ha aprendido y que como la letra de aquel viejo tango “veinte años no es nada”. Razón para alertar y evitar… ante la grave situación que se vive.
Dicho de otra manera esta oposición actual que en el fondo es la misma de aquellos años ingenuos… no aprende… o no le interesa aprender… que es cosa peor. Y me refiero tanto a los que fueron a la última elección… como a los que llamaron a la abstención…. y ahora inflan cifras de la consulta.
En esos tiempos heroicos el primer gancho al hígado de un pueblo entusiasmado fue el unitarismo que llenó la oposición con los restos de partidos que se habían separado del gobierno cuando no les dieron lo que pretendían… o de políticos que no habían tenido tiempo de montarse en la plataforma que llevó al poder a los golpistas del 4 de febrero… y habían quedado fuera.
Eran gentes que pensaban idéntico a quienes por estar en el gobierno eran blanco de sus críticas y se indignaban con uno cuando el grupo liberal del que formaba parte les recordaba que definirse como de oposición… aparte de no decir nada sobre las ideas propias… si acaso las tenían… obligaba en muchos casos a ser lo que ni eran… ni querían ser esos unitaristas… es decir a ser y parecer distintos tanto en el comportamiento como en las soluciones que a nombre de todos se proponían.
Esa lucha fue imposible porque los medios impusieron entonces que las marchas convocadas por nosotros desde la calle y en reuniones… con un tinte de capitalismo popular… frente al socialismo del gobierno… terminaran ante tarimas donde los que aportaban el costo de las mismas… obligaban a que no hubieran oradores… sino sesiones de bailoterapia… música… actrices saludando y gente de la farándula
Entre esos personajes alguna vez estuvo Winston Vallenilla quien acaba de ser electo diputado por el PSUV y también muchos que ahora languidecen en Miami.
Pero eso sería pasado de no ser que con la fulana consulta se está repitiendo el ciclo… una generación después.
Veinte años atrás se perdió tiempo inútilmente “consultando” al soberano cosas diversas como “¿quiere usted que Hugo Chávez siga gobernando?”… o “¿quiere recortarle el período a los diputados?”.
Como si consultar fuese una política para un pueblo maltratado y hambriento.
Nunca en esos años, como ahora, la oposición fue capaz de lanzar a la calle políticas para conquistar al electorado y todo se limitaba a sacar a Chávez de Miraflores… cuando el comandante no estaba allí… sino en el corazón del venezolano. Ahora es igual y los razonamientos incluso son menos racionales.
También se repiten ahora mantras idiotas como ese de que la consulta es “vinculante” porque sin ningún basamento serio lo dice una señora que hace una generación estuvo en la tristemente desaparecida Corte Suprema de Justicia.
Y el tiempo se pierde inútilmente discutiendo entre presuntos teólogos… y presuntos politólogos… que copan una oposición calcada en ideas y malas mañas del chavismo gobernante.
Unos y otros son parte del problema porque son políticos anquilosados… que nunca han accedido a reconocer su impericia a pesar de los reiterados fracasos… y peor… porque han demostrado que su manera de pensar y de actuar… es tan similar a la de la gente del gobierno… que parecen gemelos separados al nacer.
Los presuntos teólogos son quienes después de participar en las elecciones del 2015… han sido incapaces… por su egoísmo sobre todo… de conquistar el corazón de los venezolanos… y ahora tocan a la abstención… sin tener políticas en la calle.
Los presuntos politólogos en este caso han ido a la elección y perdieron: pero en vez de buscar las causas del fracaso… venden la manzana envenenada que es presumir que el chavismo “algún día” se desmoronará… y ellos heredarán el poder.
Y yo desde la tribuna sin techo protesto: eso de heredar el poder a causa de los errores ajenos… es poca cosa como consuelo al venezolano que tanto sufre hoy día.
El razonamiento es tan idiota como haberle dicho a los rusos soviéticos… que la caída del comunismo se daría sola… y era asunto de esperar… ¡70 años!
Como si hubiese servido de consuelo a los cartaginenses recordarles que no importaba que los romanos acabaran con su ciudad… porque varios siglos más tarde también el imperio romano se iba a terminar.
Algo hay que hacer y cómo los liberales en general somos gente de paz… propongo comenzar a discutir sensatamente los programas y candidatos que para el 2021 se elegirán como alcaldes y gobernadores.
Único requisito aparte de que la dirección para ser opositora deber ser pro mercado… es que el movimiento que se genere… evite contaminarse con estos presuntos teólogos y presuntos politólogos.
De resto jóvenes y viejos… damas y caballeros… profesionales y artesanos o trabajadores… todos son necesarios.