La estatal petrolera venezolana PDVSA comenzó a transferir crudo desde una instalación flotante en alta mar, dijeron el martes dos personas familiarizadas con el asunto, donde los gobiernos de los dos países vecinos han expresado su preocupación por un posible derrame.
La empresa inició esta semana el primero de varios traslados desde la instalación flotante de almacenamiento y descarga (FSO, por su sigla en inglés) de Nabarima, anclada en el campo petrolero Corocoro frente a la costa del extremo este de Venezuela, a la barcaza Inmaculada, dijeron las fuentes que hablaron bajo condición de anonimato, porque no estaban autorizadas para declarar.
La Inmaculada transportará el crudo al tanquero de PDVSA, Ícaro, un proceso que se espera lleve semanas, agregaron las personas. Los datos de seguimiento de Refinitiv Eikon muestran que el Ícaro navegó hacia Nabarima el martes por la mañana y ancló en el Golfo de Paria, cerca de la plataforma petrolera.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Anteriormente, la compañía descartó posibles riesgos debido a las preocupaciones de grupos ambientalistas y de los gobiernos vecinos de Trinidad y Tobago, y Brasil, de que la instalación podría ser propensa a un derrame.
El Nabarima contiene alrededor de 1,3 millones de barriles de crudo, y las imágenes del buque difundidas en septiembre y octubre prendieron las alarmas sobre un posible derrame. PDVSA corrigió su inclinación y dijo que la embarcación, parte de la empresa conjunta Petrosucre con la italiana ENI SpA, estaba en condiciones satisfactorias.
La estatal petrolera ha sufrido durante años problemas de flujo de caja que han impactado en el mantenimiento de su infraestructura, y en medio de una crisis económica. Al tiempo, las sanciones de Estados Unidos a la compañía, que buscan presionar la salida de Nicolás Maduro, han obstaculizado las operaciones.
PDVSA, que tiene una participación mayoritaria de 74% en Petrosucre, había planeado inicialmente comenzar la descarga a principios de diciembre, según una tercera persona familiarizada con el asunto.
Las autoridades de la vecina Trinidad y Tobago recorrieron el buque en octubre. Dijeron que si bien estaban satisfechos de que el Nabarima estaba en condición estable, el proceso de descarga presentaba riesgos.
Reuters