Las principales ciudades de Colombia anunciaron este lunes restricciones que afectan a unas 15 millones de personas, ante un aumento en la velocidad de contagio del nuevo coronavirus por las festividades navideñas.
El país sudamericano de 50 millones de habitantes es el tercero con más contagios de covid-19 en la región (1,5 millones) y el cuarto con mayor número de muertes (40.400).
La velocidad de propagación del virus aumentó y el fin de semana se registraron cifras récord que llevaron a los alcaldes de Bogotá, Medellín (noroeste), Cali (suroeste) y Barranquilla (norte) a ampliar las restricciones dispuestas para contener la pandemia.
Bogotá, con casi ocho millones de habitantes y principal foco de contagio, limitó el acceso de personas a todos los establecimientos y entidades según su número de identificación, salvo cuando se trata de servicios médicos o funerarios.
Además, únicamente una persona por familia podrá salir de compras, aunque no se dieron detalles sobre cómo se realizará dicho control.
La alcaldesa Claudia López calificó como “preocupante” el panorama ante la ocupación de un 73% de las unidades de cuidados intensivos en la capital.
Por su parte Medellín (noroeste), la segunda ciudad del país, anunció nuevas medidas para las festividades de Navidad y fin de año.
Desde el 24 de diciembre hasta el 26, y del 31 de diciembre al 2 de enero habrá toque de queda, anunció en Twitter el alcalde Daniel Quintero.
Los famosos alumbrados navideños de la ciudad se suspendieron hasta enero y también se restringió la movilidad de personas según su número de identificación.
En Cali, el alcalde Jorge Iván Ospina aseguró que la ciudad es “un incendio”, por la ocupación del 92% de las unidades de cuidados intensivos disponibles.
Las medidas de toque de queda se ampliaron para el próximo fin de semana, cuando América de Cali disputará la final del fútbol colombiano contra el capitalino Santa Fe.
Además, desde el 16 de diciembre rige la llamada ley seca que prohíbe el expendio y consumo de alcohol.
La caribeña ciudad de Barranquilla pasará Navidad y fin de año bajo toque de queda y ley seca.
Tras seis meses de pandemia, el gobierno relajó en septiembre las medidas de confinamiento ante el descalabro económico y apostó por una estrategia basada en el autocuidado.
Las alarmas se encendieron ante el repunte del número de casos de covid-19 y el anuncio de una nueva cepa en el Reino Unido, que llevó a suspender los vuelos con ese destino.
AFP