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Los rostros de los niños de Siria, Irak o Yemen, que “están pagando el alto precio de la guerra”, tienen que “conmover las conciencias de las personas de buena voluntad”, instó el papa el viernes en su mensaje de Navidad.
En su tradicional panorama de los conflictos del planeta, seguido de la bendición “Urbi et Orbi”, el papa insistió en la esperanza de que la Navidad sea “el momento propicio para disolver las tensiones en todo Oriente Medio y en el Mediterráneo oriental”.
AFP