“Es apremiante, es urgente; la creación de un hospital en la ciudad; no importa la pobreza, unamos las voluntades, busquemos los recursos. Dios está con nosotros”, pidió un día desde el púlpito, el sacerdote Juan Vicente López Aveledo, como preámbulo a lo que sería la sede del primer instituto religioso a favor de los pobres. Hoy padece de los rigores del tiempo al igual que el santuario de la Madre María de San José.
Por: Gregoria Díaz – Crónica Uno
Esta es la génesis de una congregación religiosa venezolana, que comenzó a ser llamada Hermanitas de los Pobres de Maracay, luego Hermanas Hospitalarias de San Agustín y hoy, Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús y que funciona en Maracay, estado Aragua.
La obra, que data de 1901, se transformó en un instituto religioso a favor de los pobres, al cuidado de los enfermos y de los niños huérfanos, esto último, a solicitud de la joven Laura Evangelista Alvarado Cardozo, nombrada por el sacerdote, como directora y ecónoma del hospital.
Luego de más de un siglo, la sede del Hogar de la Inmaculada Concepción, ubicado en pleno centro de Maracay, evidencia graves deterioros en su infraestructura y sigue siendo objeto de la delincuencia.
Su actual directora, la hermana Eukare Moreno, detalla preocupada cómo el paso del tiempo ha hecho mella en la edificación. Las filtraciones en gran parte de la casa son evidentes, debido a los años de construcción que tiene la sede. Y aunque las agustinas hacen esfuerzos y reciben algunos apoyos para el mantenimiento, no son suficientes.
La Casa Hogar Inmaculada Concepción alberga actualmente a unas 30 niñas, huérfanas algunas y otras provenientes de hogares disfuncionales. Pero en mejores épocas, esta institución religiosa les dio albergue y refugio a más de 100 niñas.
“Hemos tenido que reorganizar los espacios, pues la mayoría de las habitaciones de las niñas presentan graves y grandes filtraciones”, explica la religiosa, mientras muestra las huellas que ha dejado la humedad en baños, oficinas, puertas y paredes.
La delincuencia también ha hecho de las suyas en contra de la casa hogar. Más de 50 % de los compresores de los aires acondicionados han sido robados.
El santuario de la primera beata venezolana en riesgo
Entre agosto y septiembre de 2020, la escultura del rostro de la Madre María de San José fue objeto de actos vandálicos. Antisociales la pintaron de rojo y luego rompieron parte de la obra.
Pero el santuario de la primera beata venezolana también padece los rigores del tiempo y de las dificultades para su mantenimiento.
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#26dic El santuario de la Madre Marìa de San José, primera beata venezolana padece los rigores del tiempo y de las dificultades para su mantenimiento. #Maracay https://t.co/CnNXuMyASz pic.twitter.com/hRoztKLyHp
— Gregoria Díaz (@churuguara) December 26, 2020