Lograr equilibrar tu tiempo y dedicación entre tu negocio y tu familia, sin duda, es el mejor regalo que en estas fiestas puedes darte.
Una frase recurrente que escucho de mis clientes es: “Yo trabajo para mi familia”, pero cuando le pregunto cómo representa esa frase en tiempo, me refiere que dedica largas y extenuantes jornadas al negocio y pocas horas a sus relaciones personales, y allí está el error, porque en realidad está trabajando para el negocio, y sus seres queridos quedan en un segundo plano.
Con el correr del tiempo, viviendo en este desbalance, el resultado siempre será un dueño de negocio cansado, agotado, agobiado, sin pasión por lo que hace y desvinculado de los momentos de familia.
El mejor regalo que puedo compartir contigo, en esta época de reflexión, es que aprendas a encontrar el equilibrio en tu vida, a administrar tu tiempo y tu atención, de forma tal, que puedas dedicar el 100 % de ti a la familia cuando estás en casa y tu plena atención y pasión cuando estés en tu negocio.
Todo es cuestión de disciplina y compromiso, y entender que, en medio de tanta incertidumbre y cambios, la única certeza y estabilidad es el hogar, la familia, por ende, hay que cuidarla, protegerla y disfrutarla. La clave está en planificarte.
Y si para estas fechas, y al momento de leer este artículo, estás en tu oficina, permíteme pedirte que termines de hacer tus asuntos de trabajo y sal, reúnete con los tuyos, con las medidas y cuidados sanitarios que nos obliga el momento, pero hazlo, dedícate estos tiempos para disfrutar de la familia y de los amigos más cercanos.
Recuerda que el mejor dueño de negocio no es aquel que está permanentemente metido en las operaciones de su empresa, por el contrario, es aquel que se rodea de los mejores, que delega, y se ocupa de mantener su vista y su mente en el largo plazo y no en los asuntos inmediatos, porque para ello, cuenta con un equipo que se ocupa de resolverlos.
Mi regalo para ti en estas fechas son precisamente estas claves, que aplicándolas a diario en tu vida, te ayudarán a encontrar ese equilibrio tan necesario en tu negocio.
Pon orden en el caos. Planifica todas tus actividades de la semana y regístralo en términos de tiempo. Analiza y fija la prioridad de cada tarea y deja a un lado y delega aquellos asuntos no relevantes o urgentes.
No mezcles asuntos de trabajo y familia. Deja el trabajo en el trabajo o en la oficina, si es que estas trabajando home office. No es saludable que mientras estás cenando, viendo tele o compartiendo momentos con tu familia o amigos, tengas tu mente en esa reunión de negocios, o en los asuntos pendientes que dejaste en tu escritorio, porque ni resuelves esos asuntos y lo que logras es alejarte de los tuyos.
Haz pausas de relax. En tu agenda diaria reserva una hora específica para realizar una actividad que disfrutes, o para no hacer nada, una caminata, un café con tus amigos, un encuentro con tu pareja, estar con tus hijos, o adelantar un capítulo de tu libro o la serie de televisión del momento. La idea es que te regales un momento de relax y distensión, sin interrupciones, sin teléfono y sin equipos que te agobien y te recuerden constantemente asuntos del negocio.
Aprende a delegar y confiar en los tuyos. Resulta irónico ver como un dueño de negocio dedica horas y esfuerzo físico y mental en buscar a los mejores colaboradores para rodearse del mejor equipo, pero resulta que en los momentos cruciales, o hasta para actividades de rutina, no delega, ni confía, olvidando que el buen liderazgo se basa en saber delegar y compartir responsabilidades.
Enfócate y concéntrate. Para lograr la productividad y optimizar todo lo que haces, es determinante que te concentres en lo realmente importante. Evita las distracciones, si dispusiste una hora para hacer llamadas de prospección, no te distraigas revisando el correo; si determinaste una reunión de planificación con tu equipo, pide que no te interrumpan con llamadas o solicitudes distintas al asunto que estás tratando en ese momento.
Pon en práctica estas sencillas claves y te aseguro que comenzarás a sentir la diferencia, disfrutarás de más tiempo con tu familia, de las cosas que más te apasionan y disfrutas, comenzarás a sentirte en balance y equilibrio, dejando a un lado el agobio del tiempo por el exceso de trabajo, sin sentir culpas por estar robándole el tiempo a la familia. Mis mejores deseos para el 2021.