Las tasas récord de coronavirus no pueden evitar que estos fiesteros continúen enfurecidos.
Por New York Post
A pesar del aumento de casos de COVID-19 , las playas de Florida se llenaron de juerguistas sin máscara durante el fin de semana de Año Nuevo. Las fotos de los bañistas de Fort Lauderdale no muestran una cara cubierta y muchos biquinis mientras la gente continuaba de fiesta a pesar de la pandemia en curso.
El 3 de enero en el área de la piscina Fontainebleau de Miami, se fotografió una intensa fiesta durante el día, a pesar de que el estado informó 10.603 casos nuevos ese día, lo que eleva el total de la semana a 93.457 casos nuevos.
En la víspera de Año Nuevo, los residentes de Tampa Bay invadieron bares y clubes mientras las celebraciones llenas de gente arrasaban el área. Ese día, el estado también superó un hito que no vale la pena celebrar: rompió su récord de casos de coronavirus con más de 17,000 nuevos casos reportados en un día, informó el Tampa Bay Times .
Las fotos y el video de la escena parecían haber sido tomados antes de la pandemia, con tomas de DJ tocando ante grandes multitudes en el interior y pocas máscaras a la vista. Los observadores expresaron su preocupación por “la cantidad de ataques de NYE que tendrán lugar esta noche en Tampa”.
La profesora de salud pública y medicina familiar de la Universidad del Sur de Florida, la Dra. Marissa Levine, no se sorprendió exactamente por la juerga.
“No estoy muy sorprendida, porque cada día festivo reciente hemos visto tipos de enfoques similares”, dijo al Tampa Bay Times. “Pero no hemos estado en esta posición antes. Tenemos un número récord de casos. Y también estamos tratando de montar una campaña de vacunas, que podría verse obstaculizada si nuestro sistema de atención médica continúa estresado y potencialmente sobrecargado. Eso definitivamente podría poner fin a nuestra capacidad de vacunar a las personas “.
La falta de atención a las advertencias de algunos funcionarios locales, incluida la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, puede llevar a lo que Levine dijo que podrían ser “algunos de los días más oscuros” que el estado ha visto durante la pandemia.
“Si alguno de estos adultos jóvenes que estamos viendo en estas fiestas lo lleva a casa [sus hogares multigeneracionales], ahí es donde corremos el riesgo de casos más graves, más hospitalizaciones y más muertes”, dijo.