La historia de amor del príncipe William y Kate Middleton es una de las más conocidas en la historia de la realeza, y pocas parejas han pasado por un noviazgo más público. Desde el atrevido vestido transparente de Kate en el desfile de modas de St. Andrews hasta su millonaria boda en el castillo de Windsor, la pareja tiene puestos los ojos del mundo sobre ella desde el principio. Sin embargo, los duques de Cambridge se han mantenido fuertes y unidos pese a toda la atención, con la excepción de algunos problemas al inicio de la relación.
Por infobae.com
Al conocerse en la universidad, Kate y William se hicieron grandes amigos, y luego llevaron su relación a un plan más íntimo. Pronto Kate apareció junto con William en eventos reales. En 2010 estaban comprometidos, tras una breve crisis, y en 2011 se casaron. Desde entonces, la pareja ha tenido tres hijos y ha cautivado al mundo por su elegancia y tacto en todas y cada una de las apariciones públicas. Pero ¿qué pasa realmente dentro de esa pareja real? ¿Son realmente tan perfectos como parecen? Algunos datos sobre los inicios de la historia de amor entre el sucesor al trono y la futura reina consorte de Inglaterra.
“Kate está sexy”
La pareja se conoció mientras estudiaban en la elitista Universidad de St. Andrews, ubicada en Escocia. Sin embargo, resulta que esta versión de los hechos es un poco engañosa. Si bien su amistad comenzó allí, Kate y William se conocieron muchos años antes de que comenzaran sus estudios. Según la biógrafa real Kate Nicholls, se cruzaron por primera vez en 1991, cuando William todavía estaba en la secundaria. Al parecer, el colegio de William fue al colegio de Kate para un partido de hockey. Nicholls escribió: “Fue la primera vez que Kate vio al joven príncipe, pero ciertamente no la última”.
Respecto de vestido transparente de Kate que no pasó desapercibido, cuenta la historia que Kate estaba participando en un desfile en la universidad cuando captó la atención del príncipe mientras caminaba por la pasarela con un vestido muy revelador. La leyenda dice que el príncipe le dijo a un amigo: ‘Wow, Kate está sexy’”. Pero hay algo más detrás de la historia. Según Nicholls, William ya estaba interesado en ella y se presentó mientras Kate iba apurada a una clase. Aparentemente la invitó a comer con él y sus amigos. Así que cuando llegó el desfile, William ya conocía a Kate; sin embargo, el notorio vestido transparente hizo que el royal viera a Kate de manera diferente.
Buenos amigos y un beso que no fue
Pese al interés de William por Kate se mantuvieron como amigos antes de que finalmente comenzaran a salir y se mudaran juntos en su época universitaria. Según los expertos reales, su relación realmente comenzó a florecer mientras compartieron piso en su segundo año y ambos salían con otras personas. Como dijo William en una entrevista con Sky News su vínculo se desarrolló lentamente durante este período. “Cuando estaba tratando de impresionar a Kate, trataba de cocinar increíbles cenas elegantes, y lo que pasaba era que quemaba algo, algo se derramaba, algo se incendiaba”, recordó con humor.
Aparentemente le fue bastante difícil conquistar a Kate, y al principio ella quería seguir siendo su amiga; incluso lo rechazó cuando William intentó besarla en una fiesta. Aun así, parece que su sólida amistad inicial terminó siendo algo bueno a largo plazo. “Ser amigos creo que fue una gran ventaja”, dijo el hijo de Lady Di en una oportunidad.
Novia “real” y oficial
Después de graduarse de St. Andrews, la relación del príncipe William y Kate Middleton cambió drásticamente. Como William tuvo que volver a sus deberes reales, Kate tuvo que convertirse en una novia más pública. Y mientras William comenzaba su formación oficial en la Royal Military Academy, de Sandhurst, Kate empezó a trabajar en la empresa de sus padres como organizadora de fiestas. En este punto, su romance era de conocimiento público, ya que habían sido fotografiados juntos en un viaje de esquí en 2004. Entonces no fue una sorpresa cuando Kate comenzó a aparecer en varios eventos reales.
En 2006, Kate estuvo presente en el desfile de William en Sandhurst. Era su primera aparición real, y su presencia causó un gran revuelo, alimentando los rumores de un matrimonio inminente. Kate también asistió a la boda de la hermanastra de William, Laura Parker Bowles, ese mismo año. Durante este período, Kate y William fortalecieron su relación a pesar de que sus vidas habían tomado caminos muy diferentes.
Una ruptura por teléfono
Su relación romántica no siempre fue fácil ni tan idílica. De hecho, se separaron brevemente durante sus primeros años de noviazgo. La prensa inglesa la apodó maliciosamente Waity Katie a la futura reina consorte, haciendo alusión al tiempo que llevaba esperando que Wiiliam le pidiera matrimonio. Según el libro “Battle of Brothers” de Robert Lacey, la ruptura de 2007 fue por teléfono. Kate estaba en el trabajo cuando recibió una llamada telefónica de su novio y, al final de la conversación, habían terminado.
Si bien Kate admitió estar molesta en ese momento en su entrevista de compromiso con el canal Sky News, se negó a deprimirse después de la ruptura. De hecho, se fue de vacaciones pocos días después. Si bien la ruptura fue idea de William, según los medios británicos, cambió de opinión rápido y se reconciliaron. Como Kate le dijo a los medios, la ruptura terminó siendo algo bastante bueno. “Descubres cosas sobre ti que tal vez no te habías dado cuenta”, explicó. “Creo que una relación te puede consumir bastante cuando eres más joven”. Kate incluso agregó que ella “valoraba” su tiempo separados.
Se mudaron juntos a su primera casa en 2010. Por supuesto, era una señal de que las cosas iban más serias que nunca entre ellos. William y Kate eligieron una modesta cabaña en el norte de Gales, cerca de la base militar del príncipe. Según los lugareños, la pareja disfrutaba de una forma de vida relativamente normal en el pueblo.
Compromiso y un “sí, quiero” histórico
Después de ocho años de noviazgo, el príncipe William finalmente le propuso matrimonio a Kate Middleton en 2010 mientras la pareja estaba de vacaciones en Kenia. En un discurso en una recepción en el Palacio de Buckingham en 2020, el sucesor el trono británico habló sobre ese momento tan especial. Según explicó, eligió Kenia porque “ocupa un lugar muy especial en mi corazón”, reveló. “Es el lugar al que mi padre nos llevó a mi hermano y a mí poco después de la muerte de nuestra madre”.
En otro significativo guiño al pasado, William usó el anillo de su madre para obsequiarle a Kate. “Esta es mi manera de mantenerla cerca de todo”, dijo el duque ante las cámaras de televisión. No obstante, su compromiso no podría haber sido más diferente al de sus padres. El príncipe Carlos y la princesa Diana , de 19 años, apenas se conocían.
La boda real del príncipe William y Kate Middleton fue una de las más grandes de la historia. El viernes 29 de abril de 2011, Kate caminó por el pasillo de la Abadía de Westminster y se casó con William. Fue un gran evento a nivel mundial y la fecha fue declarada fiesta nacional en el Reino Unido. Según The Telegraph, 1.200 millones de personas en todo el planeta sintonizaron para ver la ceremonia televisada.
Kate, de 29 años en ese entonces, lució un impresionante vestido de novia del fallecido diseñador Alexander McQueen en un enlace que no fue precisamente barato. Fue una de las bodas reales más caras de todos los tiempos, con un costo de alrededor de USD 34 millones; se dice que solo el vestido costó USD 434.000.
George, Charlotte y Louis, los herederos
El primer embarazo de Kate en 2012 tuvo que ser revelado al público por sus náuseas matutinas. En 2020, Kate habló en el podcast “Happy Mum, Happy Baby” sobre su experiencia. “Estaba realmente enferma”, recordó. “Definitivamente fue un desafío, no solo para mí, sino también para los seres queridos que te rodean”. Kate continuó explicando que para el príncipe William, fue especialmente difícil. “No sintió que pudiera hacer mucho para ayudar, y es difícil para todos verte sufrir sin poder hacer nada al respecto”, continuó.
George Alexander nació el 22 de julio de 2013 y sus padres lo llevaron en su primera gira real por Australia y Nueva Zelanda. El pequeño se robó toda la atención. Curiosamente, el viaje oficial marcó un momento histórico. Ese mismo viaje hizo William cuando era un bebé con sus padres. De hecho, Kate y William siguieron los pasos del príncipe Carlos y la princesa Diana, visitando sitios famosos junto a su primer hijo.
Charlotte Elizabeth Diana de Cambridge nació el 2 de mayo de 2015 y Louis Arthur Charles, el tercer hijo y segundo varón de los duques, llegaba a este mundo el 23 de abril de 2018.
A diferencia del resto de los Windsor, el príncipe William y Kate Middleton quieren darles a sus hijos una vida relativamente normal. Los duques fomentan la risa y otras formas de expresión emocional, incluso en apariciones públicas. Incluso Kate se arrodilla junto a sus hijos en público para consolarlos. “Los abrazos son muy importantes”, le dijo una vez a un fanática. “Eso es lo que les digo a mis hijos”. Parece que ella y William están comprometidos a criar a sus pequeños herederos sin demasiado protocolo real.
William y Kate no solo se esfuerzan por tratar a sus hijos como niños normales, sino que también se esfuerzan por ser más identificables que sus predecesores reales. Por ejemplo, después del nacimiento de su primer hijo, el príncipe George, se vio a William lidiando con el asiento del bebé en su automóvil. En otro caso, admitieron que disfrutan de la comida chatarra y hacen take away. En declaraciones a BBC Radio 1, contaron que “cuando los niños están en la cama” cada tanto disfrutan de una rica pizza o comida china. Por supuesto, ellos buscan el pedido ya que es no es fácil un delivey al palacio.
Megxit y pandemia
La pandemia de coronavirus de 2020 tuvo un impacto en todo el mundo, incluso en el príncipe William y Kate Middleton. De hecho, William contrajo el virus en abril; su padre, el príncipe Carlos, también fue diagnosticado con coronavirus.
Afortunadamente, Kate y los niños no dieron positivo. Sin embargo, la experiencia fue dura para toda la familia. “William fue bastante afectado por el virus”, dijo una fuente a The Sun. Sin embargo, mantuvo en secreto su diagnóstico de COVID-19 e incluso continuó con sus compromisos virtuales. También fue un momento increíblemente difícil para la duquesa de 38 años, quien debió asumir la responsabilidad de representar a la familia real. Más adelante en el año, el matrimonio reinició sus compromisos en persona, agradeciendo a los trabajadores esenciales del país por su respuesta en la pandemia.
Pero el 2020 ya había comenzado difícil para ellos tras la renuncia del príncipe Harry y Meghan Markle a su trabajo oficial para la corona y que obligó a los duques de Cambridge a tomar más compromisos en nombre de la reina Isabel II.
El matrimonio real se prepara para convertirse, en un futuro no tan lejano, en los reyes de Inglaterra.