Activistas en favor de Donald Trump que irrumpieron y asaltaron el Capitolio de los Estados Unidos en Washington DC comienzan a ser reconocidos por las empresas que los tienen contratados y experimentan las primeras consecuencias de sus violentas acciones: sus empleos ya no quieren contar con sus servicios y pasaron a engrosar la lista de desocupados.
Por Infobae
Las imágenes en las redes sociales y en las cadenas de televisión que fueron viralizadas, permitieron a muchas compañías identificar a los violentos partidarios que violaron la seguridad de una de los edificios más emblemáticos de la democracia norteamericana. Muchos de ellos pertenecían a corporaciones en varios lugares del país que no dudaron en sancionarlos con la expulsión de la firma.
Uno de los alcanzados por las medidas ejemplificadoras fue un abogado identificado como Paul Davis, quien en las escalinatas del congreso norteamericano vociferaba su intención de irrumpir en el edificio para interrumpir la sesión en la que se certificaría el triunfo electoral de Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos. “Todos intentamos entrar al Capitolio para frenar esto”, dijo en sus redes sociales el letrado.
Goosehead Insurance, la firma que lo empleaba, decidió cesarlo de inmediato. “Paul Davis, consejero general adjunto, ya no es empleado de Goosehead”, anunció en un breve comunicado la compañía.
Otra de esas empresas es Navistar, basada en Maryland. Uno de sus trabajadores se mostró en el interior del Capitolio con una identificación corporativa. Estaba al lado de Jake Angeli, más conocido como Q-Shaman, el activista vestido como un nativo siux cuyas imágenes recorrieron el mundo. “Navistar Direct Marketing se enteró de que un hombre con una insignia de la compañía fue visto dentro del Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero de 2021 durante la violación de seguridad. Después de la revisión de la evidencia fotográfica, el empleado en cuestión ha sido despedido por causa justificada. Si bien apoyamos el derecho de todos los empleados al ejercicio pacífico y legal de la libertad de expresión, cualquier empleado que demuestre una conducta peligrosa que ponga en peligro la salud y seguridad de otros ya no tendrá una oportunidad de empleo con Navistar Direct Marketing”, dijo la compañía en un comunicado.
Por su parte, Rick Saccone, de Pensilvania y ex representante también se hizo presente en las puertas del Capitolio. Hata ayer era profesor Saint Vincent College, donde estuvo durante 21 años. La institución decidió terminar con su vínculo profesional. La decisión fue tomada por el directorio de la casa de estudios. Michael Hustava, director senior de Marketing y Comunicaciones señaló: “Como resultado de una investigación, el Dr. Saccone ha presentado y hemos aceptado su carta de renuncia, con vigencia inmediata. Ya no estará asociado con Saint Vincent College en ninguna capacidad”.