Desinformación Parlamentaria: Nueva Asamblea Nacional impone discurso de “legalidad y reconciliación”

Desinformación Parlamentaria: Nueva Asamblea Nacional impone discurso de “legalidad y reconciliación”

Foto: ipysvenezuela

El 5 de enero de 2021 se instaló la Asamblea Nacional (AN) que resultó de las cuestionadas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020. En este contexto, IPYS Venezuela realizó un monitoreo en redes sociales y medios de comunicación para detectar focos de desinformación que durante la jornada parlamentaria circularon bajo el discurso de legitimidad y el mandato constitucional, además del uso de términos como la “recuperación” del parlamento, el tiempo de la “reconciliación” y la matriz de que la llegada de los diputados al Hemiciclo fue producto de la “voluntad popular” expresada en los comicios del mes anterior.

Instituciones públicas y políticas, funcionarios del oficialismo y la oposición aliada del gobierno, medios de comunicación nacionales e internacionales y periodistas e influencers fueron los actores, en algunos casos como promotores de información, en otros como difusores de esos discursos que emergieron en la jornada del 5E en medio del acto establecido como obligatorio para el inicio del quinquenio parlamentario.

La jornada fue anunciada por los actores políticos y difundida por los medios, los periodistas, los influencers progubernamentales y las instituciones como “histórica” y bajo un escenario de aparente legitimidad, donde también predominó la criminalización de la oposición liderada por Juan Guaidó y el discurso de “reconciliación nacional, el diálogo y la paz”.





A diferencia de la jornada del 6D de 2020, la actuación discursiva se focalizó en solo algunos dirigentes principalmente del oficialismo, y en segundo nivel en miembros de la oposición aliada del gobierno, la oposición democrática y figuras políticas internacionales. La activa vocería de los grupos monitoreados por esta organización durante la jornada electoral de diciembre —donde predominó el discurso de unas elecciones sólidas, rápidas y blindadas por una supuesta alta participación—, se vio disminuida en todos los actores durante el 5E.

Mociones oficialistas

El principal vocero del oficialismo durante el 5 de enero fue Jorge Rodríguez, designado presidente de la junta directiva de la Asamblea Nacional (AN). El ex ministro de Comunicación e Información del gobierno de Nicolás Maduro fue la figura del chavismo que mayor protagonismo tuvo tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Durante su discurso, Rodríguez utilizó la analogía del héroe-enemigo para desmeritar el desempeño del Parlamento electo en 2015. Habló de exorcismo, de perdón sin amnesia, de entuertos y de desmanes.

Rodríguez enumeró los presuntos errores cometidos por la anterior AN e hizo acusaciones sobre los líderes de la oposición como Julio Borges, Juan Guaidó y Leopoldo López, de quienes afirmó que son “polvo cósmico”. También señaló que la AN electa en 2015 no realizó funciones de contraloría durante su período, “estaban muy ocupados pidiendo sanciones”, afirmó. Sin embargo, no habló del “desacato” en el que se encontraba el Parlamento desde que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió la sentencia Nro.1/2016 que declaró nulos todos los actos del Poder Legislativo.

La participación de Rodríguez tuvo tal preponderancia que otros personajes del gobierno como Tareck El Aissami, Ernesto Villegas, Delcy Rodríguez y el mismo Nicolás Maduro compartieron mensajes en los que exaltaron el papel desempeñado durante el acto por el otrora alcalde de Caracas, así como su nombramiento. Por su parte, Diosdado Cabello generó pocos contenidos en sus perfiles sociales, y tuvo más actividad en Instagram que en Twitter. Iris Varela, en contraposición, fue tendencia en Twitter ya que declaró en entrevista al diario Últimas Noticias que propondrá a la AN confiscar los bienes de los venezolanos en el exterior. Esta propuesta de Varela, sin embargo, se contrapone al artículo 116 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) que dice expresamente que no se pueden decretar ni ejecutar confiscaciones de bienes.

En cuanto a Nicolás Maduro, usó redes como Facebook, Instagram y Twitter para promover la idea de que la instalación de la AN representaba “un nuevo comienzo”, “una nueva etapa”, “una nueva era”, lo que supuestamente se transformaría en “reconciliación política y recuperación económica”. Alrededor de ese mantra se plegaron personalidades oficialistas como Freddy Bernal, diputado y protector del estado Táchira; Jacqueline Faría, jefa de Gobierno del Distrito Capital; y Freddy Ñáñez, ministro de Comunicación e Información.

Otro actor relevante del chavismo durante el 5 de enero fue Jorge Arreaza, quien usó sus plataformas para transmitir la idea de que el acto era respaldado internacionalmente y, al mismo tiempo, para descalificar los mensajes difundidos por instituciones de otros países cuestionando la legitimidad de la Asamblea Nacional y de su instalación.

Nota de prensa

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