La situación adversa que vivimos los venezolanos requiere tenacidad. Sobre todo, se necesita estar capacitado para rectificar y limpiar el difícil camino por recorrer.
Los que hoy pisotean, gritan y persiguen, son una constante en la historia de la Humanidad. Pero la reversibilidad hacia la libertad ha sido permanente y lo ha resumido Stuart Mill: “la persecución es una prueba que la verdad debe atravesar”.
De allí la afirmación del investigador Dick Morris, es su interesante ensayo: “juegos del poder”, donde describe: “mantenerse fiel a los principios distingue a los vencedores de los que fracasan”.
Demuestra como el presidente Reagan, siempre apegado a los valores democráticos, logró el rechazo de la sociedad norteamericana a todo tipo de totalitarismo.
Igual Churchill, que se mantuvo imperturbable en su destierro político durante 30 años. Firme ante las posiciones libertarias. Los momentos son variables y es necesario que el liderazgo reenfoque y estructure nuevas acciones, acorde con los planes y objetivos tan cambiantes en lo social.
La barbarie no triunfará. Ejemplos sobran y las iniciativas novedosas se impondrán. Esta demostrado que el desarrollo de los pueblos hacia su liberación no es estático ni inmutable. Mantener la agenda del cambio es imprescindible y algo positivo a resaltar es la conformación de numerosas propuestas en todos los ámbitos para superar la situación crítica que vivimos.
El talento venezolano se ha sumado para ofrecer caminos científicos y políticos acordes con los grandes desarrollos mundiales que esta tiranía nos niega.
Ninguna estrategia recolonizadora terminará triunfante por muy poderosa que parezca. La institucionalidad trampantojo terminará haciendo aguas. La noche de la manipulación y el engaño será sustituida por un amanecer político que nutrirá de nuevo la esperanza.