La agroindustria sin lugar a duda ha sido epicentro de la producción económica humana, generando recursos agrícolas y su correspondiente manufacturación, industrialización y comercialización. Este tipo de industria ha generado desde recursos simples como mermeladas de frutas hasta energías como la que se puede obtener a partir de los granos de soja.
Sin embargo, la agroindustria actual no es tan antigua, ya que, en su evolución ha combinado el uso de maquinarias y formulaciones químicas con alta tecnología, permitiendo transformar un recurso natural en un producto industrializado y con un proceso de manufacturación superior. Este fenómeno surge a partir de los procesos de las revoluciones industriales que han tenido lugar en los últimos siglos de nuestra historia.
Entre las maquinarias y productos químicos que se emplean en la actual agroindustria, son los compuestos químicos los que continuamente sufren modificaciones para incrementar su potencial, disminuir o eliminar su toxicidad, elevar su eficacia durante el proceso productivo e incrementar su biodegradabilidad. Bajo este último enfoque, los Doctores Nolberto Pina, Gerson Chávez, Irán Parra y el Ingeniero José Martínez han estudiado durante los años 2017-2019 formulaciones químicas a base quitosano y ecosurfactantes.
Los investigadores venezolanos, oriundos de Maracaibo, estado Zulia y egresados de la prestigiosa Universidad del Zulia de Venezuela, enfocaron sus esfuerzos para modificar la estructura química natural del quitosano proveniente del exoesqueleto de los camarones, dejando libre una fracción de la molécula que la hace activa y le confiere propiedades fungicidas y que en combinación con ecosurfactantes, lograron formular un producto capaz de atacar la Sigatoka negra causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, el cual afecta a Las Musáceas (bananos y plátanos), los cuales son considerados como el cuarto cultivo más importante del mundo.
Sin lugar a duda, el talento científico venezolano puede encontrarse en todas las áreas industriales y sus aportes científicos fortalecen cada día más el tejido industrial del país. Para estos científicos, su visión actual es determinar el alcance de sus hallazgos en este tipo de plantación, flores, cannabis, entre otros productos agrícolas de elevado interés para cualquier país.