Las autoridades egipcias anunciaron este sábado el descubrimiento de los restos de un templo y de numerosas piezas arqueológicas, incluidos ataúdes de hace 3.000 años, que arrojan luz sobre la adoración del rey Teti durante el Reino Nuevo (1.550 a.C. – 1.069 a.C.) del Antiguo Egipto.
Precisamente, los hallazgos se ubican cerca de la pirámide de Teti, en Saqqara, al suroeste de El Cairo, donde se encuentran las primeras estructuras funerarias con esta forma y donde los arqueólogos egipcios están encontrando un sinfín de tesoros desde 2018.
Una misión conjunta del Consejo Superior de Antigüedades y el famoso arqueólogo Zahi Hawass se encuentra detrás de los últimos descubrimientos anunciados hoy que “reescribirán la historia de esta zona, especialmente durante las dinastías XVIII y XIX del Reino Nuevo, tiempo durante el cual se adoraba al rey Teti”, según un comunicado.
En la nota, Hawas señaló que la misión ha encontrado el templo funerario de la reina Naraat, esposa de Teti, además de tres almacenes de adobe en el lado sureste del mismo, donde se depositaban ofrendas y herramientas que se utilizaban en el culto a esta reina.
También ha excavado 52 pozos, con profundidades de entre 10 y 12 metros, en el interior de los cuales estaban escondidos más de 50 ataúdes de madera del Reino Nuevo, que son los primeros que se encuentran en Saqqara de 3.000 años de antigüedad.
Los ataúdes tienen forma humana y en su superficie hay representadas escenas de los dioses que fueron adorados en ese período, además de pasajes del Libro de los Muertos que ayudan a los difuntos a realizar el viaje al otro mundo, según las creencias de los antiguos egipcios.
En los pozos también había un gran número de artefactos y estatuas en forma de deidades, y lo que la misión calificó de “descubrimiento único”: un papiro de cuatro metros de largo y un metro de ancho con el capítulo 7 del Libro de los Muertos.
Asimismo, han sido desenterradas una gran cantidad de cerámicas del Reino Nuevo, incluidas algunas que prueban la existencia de relaciones comerciales entre Egipto y Creta.
Según Hawass, estos últimos descubrimientos “confirman que el área arqueológica de Sakkara no se usó como necrópolis sólo en la era tardía, sino también en el Reino Nuevo” y también demuestran “la existencia de muchos talleres de ataúdes, que eran comprados por los residentes, y de momificación”. /EEF