Futura embajadora de EEUU ante la ONU prometió más dureza con China

Futura embajadora de EEUU ante la ONU prometió más dureza con China

Imagen de archivo Linda Thomas-Greenfield, nominada por el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para ser la próxima embajadora de Washington ante Naciones Unidas, habla luego de que Biden anunció a sus nominados a seguridad nacional en la sede de su equipo de transición en Wilmington, Delaware, Estados Unidos. 24 de noviembre, 2020. REUTERS/Joshua Roberts/Archivo

 

 

Linda Thomas-Greenfield, elegida por el presidente Joe Biden como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, prometió el miércoles luchar contra la influencia global de China y expresó su pesar por haber pronunciado hace un par de años un discurso en un instituto financiado por Pekín.

Exdiplomática de carrera, Thomas-Greenfield dijo en su audiencia de confirmación que Estados Unidos debería devolver las cuotas a las Naciones Unidas, la “mayor organización de paz de la historia”, y no permitir que otras potencias llenen un vacío.

“En particular, sabemos que China está trabajando en todo el sistema de la ONU para impulsar una agenda autoritaria que se opone a los valores fundamentales de la institución: los valores estadounidenses”, dijo.

“Su éxito depende de nuestra continua retirada [de instancias internacionales]. Eso no sucederá bajo mi supervisión”, subrayó.

En ese sentido, Thomas-Greenfield sostuvo que Estados Unidos debería pagar los atrasos en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, estimados en alrededor de 1.300 millones de dólares.

“No pagar nuestras cuentas realmente disminuye nuestro poder y disminuye nuestro liderazgo”, justificó.

El gobierno del expresidente Donald Trump fue despectivo hacia muchas instituciones internacionales como parte de su filosofía de “Estados Unidos primero”.

Thomas-Greenfield fue consultada por un discurso que pronunció en 2019, mientras estaba en el sector privado, en el Instituto Confucio de la Universidad Estatal de Savannah, uno de los centros lingüísticos y culturales en el extranjero promovidos por Pekín.

Trump presionó por el cierre de todos los Institutos Confucio en el país, diciendo que equivalían a órganos de propaganda del gobierno chino.

La diplomática aseguró que pronunció el mencionado discurso por estima por la universidad, una institución históricamente negra en el estado de Georgia, y con la esperanza de que más personas de color se unieran al Servicio Exterior de Estados Unidos, no por el Instituto Confucio en sí.

“Sinceramente, desearía no haber aceptado la invitación específica. Y salí de la experiencia francamente alarmada por la forma en que el Instituto Confucio se estaba involucrando con la comunidad negra en Georgia”, aseguró.

Cuando se le preguntó si compartía la decisión del gobierno de Trump, tomada el último día de su mandato, de calificar el trato de China a los musulmanes uigures como “genocidio”, sentenció: “Lo que están haciendo es horrible”.

“Creo que el Departamento de Estado ha iniciado una revisión de esta decisión”, señaló .

El nuevo Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, dijo la semana pasada, durante su propia audiencia parlamentaria, que compartía la acusación de “genocidio”, sin mencionar la “revisión”.

AFP

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