Nueve monjas murieron en enero por un brote de COVID-19 que afectó a su casa de retiro en el sur de Míchigan, dijeron las autoridades.
Por New York Post
Las mujeres se retiraron del ministerio activo y vivían en el campus de las Hermanas Dominicas Adrian en Adrian, 75 millas al suroeste de Detroit, informó la estación de noticias WDIV .
“Pasamos nueve meses manteniendo a raya el coronavirus. Justo antes de Navidad, entró ”, dijo la hermana Pat Siemen al medio.
Pero Siemen dijo que el virus logró infiltrarse en la casa, a pesar de los protocolos vigentes.
“Se cuela. Ese es el dolor de este virus”, dijo Siemen. “No hemos tenido invitados en el campus. Nuestras hermanas no han visto a sus familiares. Ni siquiera han visto a nuestras otras hermanas que viven fuera del campus desde que esto comenzó a mediados de marzo. Y, sin embargo, ese virus es muy astuto “.
El brote infectó al menos a 48 de los más de 200 residentes que viven allí.
La mayoría de las hermanas que murieron tenían un alto riesgo de sufrir otras complicaciones de salud, dijo Siemen.
Las hermanas: Dorothea Gramlich, 81, Helen Laier, 88, Jeannine Therese McGorray, 86, Charlotte Moser, 86, Esther Ortega, 86, Mary Lisa Rieman, 79, Ann Rena Shinkey, 87, Margaret Ann Swallow, 97, y Mary Irene Wischmeyer, de 94 años, murió entre el 11 y el 26 de enero, informó WDIV.
“Es adormecedor”, dijo Siemen. “Tengo un aprecio mucho más profundo por todas las otras familias que han pasado por esto. Los cientos de miles de familias. Y hasta que te toque personalmente, no me importa cuánto podamos tener un corazón comprensivo, es diferente cuando has estado allí y has perdido a alguien “.