En un año atípico, marcado por la pandemia del coronavirus, que obligó a una serie de cambios en la realización de los campeonatos del deporte profesional, el fútbol americano de la NFL no ha sido una excepción y esta vez la semana previa al Super Bowl también registrará modificaciones.
Por Sport
La esperada gran fiesta deportiva en Estados Unidos, con una enorme proyección internacional, ha sido privada de la mayoría de sus actividades previas al gran partido, que han sido las que han dado credibilidad y grandeza a su celebración anual.
La primera gran frustración se ha dado con la llegada de los equipos que van a luchar por el título a la sede del partido, la ciudad de Tampa (Florida), sometida a fuertes medidas de bioseguridad para evitar contagios de Covid-19.
Lo habitual era que los equipos contendientes arribaran a la ciudad sede el lunes anterior al partido, pero este año será diferente.
Los Chiefs de Kansas City, campeones defensores del Super Bowl y de la Conferencia Americana (AFC), no llegarán a Tampa, casa de sus rivales los Buccaneers, hasta el sábado 6 de febrero, solo un día antes del partido decisivo.
Aunque el informe dado a conocer por la NFL este domingo por la noche señala que ningún jugador de los Chiefs ni de los Buccaneers han dado positivo al coronavirus, la liga prefiere minimizar el riesgo de contagio para que el partido por el trofeo Vince Lombardi se dispute sin problemas en el Raymond James Stadium.
RUEDAS DE PRENSA VIRTUALES
La NFL también anunció que la mayoría de los eventos serán virtuales o se cancelarán por completo. Como ejemplo, dijo que las conferencias de prensa y entrevistas con jugadores y entrenadores, que tradicionalmente se desarrollaban en un salón que acogía a los medios de comunicación, esta vez se realizarán en línea, como la de la noche del lunes.
ASISTENCIA REDUCIDA A LA FINAL
Por ello, la asistencia al Super Bowl LV en el estadio “Raymond James”, de Tampa también se verá afectada. La NFL completó un plan, tras consultar con las autoridades de salud pública, para permitir la asistencia de alrededor de 22.000 aficionados, con 14.500 compradores de boletos y alrededor de 7.500 trabajadores de la salud vacunados que serán invitados de la liga en el estadio, de 65.000 asientos.
Los aficionados deben sentarse principalmente en grupos de dos a cuatro personas, con algunos grupos de seis. “Consideramos que será la mejor manera no solo de agradecer la gran labor y sacrificio que ha hecho el personal sanitario, sino que también nos ayudará a tener un ambiente más seguro dentro del campo”, subrayó la NFL.